Sydney Leroux, el orgullo de ser mamá futbolista

Desde niña, entre los cuatro y 14 años, participó en las ligas pequeñas de Whalley, para posteriormente incursionar en el futbol
Ricardo Resendi Ricardo Resendi Publicado el
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Sydney Leroux, futbolista del Orlando Pride de la liga estadounidense, entrena en pretemporada a la par de sus compañeras de equipo con más de cinco meses de embarazo. Desde niña comprendió que sin importar las barreras de género, la mujer tiene la capacidad de lograr cualquier cosa que se proponga.

Hija de Sandi Leroux, tercera base de la selección canadiense de Softbol, Sydney Leroux nació el 7 de mayo de 1990 en Surrey, Canadá. Luego de la separación de sus padres, cuando su madre tenía tres meses de embarazo, Sidney se crió únicamente bajo la presencia de un figura femenina, la cual fue suficiente para el desarrollo de una niña que desde una edad temprana se interesó en el mundo de los deportes.

Sidney comprendió que bajo la ausencia de su padre, la madre se convertiría en un modelo a seguir, el cual le daría la fuerza necesaria para derribar cualquier contexto de desventaja. A lo largo de su carrera, antes del mérito a una atleta destacada, Sydney ha recibido el reconocimiento como una mujer que ha reforzado su papel como protagonista tanto en el plano individual como colectivo.

Desde niña, entre los cuatro y 14 años, participó en las ligas pequeñas de Whalley, para posteriormente incursionar en el futbol. Después de haber jugado para UCLA Bruins, Sydney Leroux se convirtió en la mujer más joven en debutar con el equipo semiprofesional de Vancouver Whitecaps.

Tomando la nacionalidad de su padre, Sydney Leroux decidió defender los colores de la selección femenil estadounidense, en donde se consagró campeona de la Copa Mundial Femenil Sub-20 en el 2008, obteniendo las distinciones de la Bota de Oro y Balón de Oro.

La interacción que experimentó con su madre trascendió el espectro biológico, dándole un universo de significados compartidos que la constituyó en una deportista de un alto rendimiento, pero sobre todo, en una mujer de valores inquebrantables.

La jugadora del Orlando Pride entrena junto a su compañeras, demostrando que con más de cinco meses de embarazo la fuerza de voluntad de las mujeres tiene la capacidad de romper con cualquier paradigma de género.

Asimismo, varias atletas han sido los suficientemente osadas para desafiar los límites biológicos: Serena Williams, 39 veces campeona de Grand Slam, se coronó en el Abierto de Australia con un mes de embarazo; Amber Miller, maratonista, completó los 42 km de la carrera de Chicago con 38 semanas de gestación; mientras que Nur Mohamed, atleta olímpica, compitió en la disciplina de tiro con arco en Londres 2012 con ocho meses.

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