La realidad es palpable. Si no se es aficionado a los Patriotas de Nueva Inglaterra o a los Halcones Marinos de Seattle, existe la probabilidad de que se tenga poca o nula empatía porque alguno de estos equipos gane el Super Bowl XLIX a celebrarse en la ciudad de Glendale, Arizona.
Nada de esto es contra los equipos, es más por la antipatía que producen los coaches Bill Belichick, de los ‘Pats’ y Pete Carroll, de emplumados, quienes tienen puntos en contra para no apostar por ellos.
El Super Tazón no es un concurso de simpatía, pero para los aficionados de la NFL no es tan agradable apoyar a uno u otro adversario dados los antecedentes, algunos frustrantes como el caso de Belichick, que influyen en la preferencia del aficionado común al futbol americano.
Sin duda el más reciente caso de los balones desinflados, que habrían favorecido a Nueva Inglaterra durante la final de Conferencia Americana ante Potros de Indianápolis, es una de las principales razones para sentir recelo por el trabajo del entrenador en jefe de los Patriotas.
Este escándalo ha puesto en descontento a la mayoría de los seguidores del deporte de las tacleadas alrededor del mundo, pero es verdad que no es la primera vez que Belichick se involucra en un juego de trampa.
La animadversión que produce este desaliñado entrenador, otra razón que aumenta el desagrado de los fanáticos, ha sido alimentada por él mismo desde años atrás.
Su trabajo es de los más respetados en la NFL, pero desde 2007 tiene un estigma de repudio que no se puede quitar, esto cuando los Patriotas recibieron la multa más grande para una franquicia en la historia de la NFL (500 mil dólares) por grabar en vídeo los gestos y señales tácticas de un rival.
Desde entonces, Bellichick no ha podido quitarse ese mote de tramposo.
Y qué decir de su trato con la prensa, con la cual le cuesta trabajo llevarse bien porque su respuesta más frecuente siempre es: “Is it what it is” (Es lo que es) y porque muchas de las preguntas de los periodistas son ridiculizadas por el técnico, esto por su constante arrogancia.
Del otro lado del emparrillado se encuentra Pete Carroll, entrenador de los Halcones Marinos de Seattle, quien también tiene sus ligeros detalles que lo meten a la controversia.
Como por ejemplo el escándalo que vivió en su etapa de coach colegia en la Universidad del Sur de California, cuando infringió reglas en la elección de los jugadores.
Reportes periodísiticos indicaron que tanto él como el director atlético de la universidad elegían a los jugadores de manera indebida, pasando por un lado de la política de elección que rige en la NCAA.
La conducta que muestra desde la banda es entusiasta pero tosca, como buscando siempre apoyar a sus jugadores al grado de llamar la atención.
Sus métodos diferentes para entrenar a sus equipos también suelen atraer las miradas de propios y extraños.
El incidente que tuvo con Mark Sánchez es otro caso que muchos aficionados no aprueban del coach de Seattle pues lo consideraron desleal, viniendo de una figura importante en la carrera del mexicoamericano.
Carroll dijo una serie de declaraciones negativas cuando Sánchez dejó a los Troyanos de la USC para entrar en el draft de la NFL 2009.
Reconoció públicamente que no estaba de acuerdo con la decisión de Sánchez, y se habló de que había una grieta en su relación. Pero Carroll nunca quiso aceptar el caos como tal.
El trofeo que está en disputa tanto para Carroll como para Belichick es el Vicen Lombardi y eso es lo que verdaderamente les importa a estos coaches.
Si lo ganan, será una razón más para que mucha gente termine por odiarlos dado que el éxito también suele despertar envidias de los demás. ¿Será ese el caso con ellos?
Belichick
> Los casos de trampa
son de las principales razones por las que un aficionado al futbol americano puede sentir menos simpatía con el coach de los ‘Pats’.
Su desaliñada apariencia durante su labor como entrenador es un punto destacable en la empatía de este entrenador entre la multitud.
> El trato con la prensa
y su impulso por ridiculizar sus preguntas es causa de repudio de quienes siguen a los Patriotas y en general a la NFL.
> Los balones desinflados
y su negativa por esa mala práctica le ha restado puntos en su aceptación.
Carroll
> El escándalo en USC
Cuando era entrenador de los Troyanos, se vio involucrado en una serie de movimientos indebidos en la elección de jugadores.
> Su conducta tosca
Para los Halcones Marinos, el entusiasmo que pone su entrenador puede ser agradable. Frente al resto de los espectadores o rivales, su conducta tosca puede ser un arma de doble filo.
> El pleito con Mark
Que Mark Sánchez se haya ido de USC rumbo al draft de NFL fue un suceso que terminó en escándalo entre ambas figuras, ya que Carroll fue desleal al hablar mal de su jugador como en derecho de formación.