Todo parecía indicar que la medalla de oro en el ‘All-Around’ de gimnasia sería para Simone Biles y el combinado estadounidense, pero la realidad fue otra: el equipo olímpico ruso se llevó la presea dorada y la gran figura de la gimnasia se retiró de la competencia.
En su cuenta personal de Instagram, Biles manifestó la gran presión con la que cargaba y por la que prefirió hacerse a un lado.
“No quiero afrontar las otras competencias que me faltan con dudas en mi cabeza”, dijo Biles. “Así que decidí que lo prudente era dar un paso atrás y dejar que mis compañeras hicieran su trabajo”.
El equipo estadounidense explicó en un comunicado que la gimnasta “será examinada a diario para determinar la autorización médica para futuras competencias”. Está previsto que defienda su título olímpico en la final individual este jueves. Además se clasificó para las cuatro finales por aparatos que se disputarán más adelante.
La vida de la cuatro veces campeona olímpica no ha sido nada sencilla, desde una complicada infancia hasta un caso abuso sexual. Esa es la historia de Simone Biles, quien fue separada de su madre biológica debido al fuerte problema de alcoholismo y drogadicción que sufrió.
“Cuando era más pequeña me preguntaba qué habría sido de mi vida si no hubiese pasado nada de esto. A veces todavía me pregunto si mi madre biológica se arrepiente y querría haber hecho las cosas de manera diferente, pero evito plantearme estas preguntas porque no las tengo que responder yo” fueron las palabras que proliferó Biles a medios norteamericanos.
Para 2018, y en apogeo del movimiento #MeToo, aportó su testimonio en contra de Larry Nassar. “Yo también soy una de las muchas sobrevivientes que fueron objeto de abuso sexual”, escribió Simone en su Twitter en 2018.
Hoy, Biles lucha contra los demonios que están en su cabeza y podríamos estar presenciando el final de la carrera de una las más grandes gimnastas de la historia.