Han pasado casi 60 años (59 para ser exactos) desde la primera edición del Gran Premio de México, y este fin de semana, Sergio Pérez, en el mejor momento de su carrera, buscará hacer historia: ser el primer volante del país en subir al podio en esta competencia, la cual, “revive” tras no realizarse en 2020 debido a la pandemia de COVID-19.
Sergio Pérez, quien llegó a la máxima categoría en 2011, tiene muy presente lo que representaría un triunfo suyo para la afición y el país. “Es lo mínimo que se merecen”, dijo el tapatío el martes pasado en conferencia de prensa.
“Ahora, estamos en Red Bull, y sin duda he crecido más. Recuerdo, desde que llegué aquí (al GPMX), he tenido un apoyo impresionante, no importaba el lugar en el que acabara la carrera. Entonces eso es algo que agradezco a toda la afición mexicana y para mí sería un sueño ganar el domingo”.
Ese sueño ha sido inalcanzable para él y los otros mexicanos que han tomado parte en el Gran Premio de México. El mítico Pedro Rodríguez acarició el podio en la edición de 1968, al ocupar la cuarta posición; en 1970, fue sexto. Todo esto cuando aún se llamaba el Circuito de la Magdalena Mixiuhca.
Esos dos lugares han sido lo más cerca que un piloto mexicano ha estado de celebrar en casa. En el caso de “Checo”, acumula dos séptimos lugares, en las ediciones de 2017 y 2019.
Pero nunca como hoy, ese sueño está cerca de cristalizarse, y es debido a que por fin cuenta con un auto competitivo para ello. Sí, apenas en su primer año con Red Bull, el mexicano ya ha firmado su mejor temporada en sus 10 años en la F1.
Tanto en puntos (150) como en podios (cuatro), “Checo” ya demostró que sólo necesitaba un “empujón” para destacar. Y lo ha hecho de buena manera en su papel de “escudero” de Max Verstappen, la nueva figura del automovilismo, quien llegará al Autódromo Hermanos Rodríguez (AHR) como líder del campeonato.
Por su parte, Sergio Pérez lo hará con dos terceros lugares consecutivos (Turquía y Estados Unidos), pero antes de pensar en el podio, sabe que su función principal será trabajar en equipo para que Red Bull gane una nueva batalla en la lucha encarnizada que la escudería tiene con Mercedes y que Verstappen se mantenga como líder ante el embate de Lewis Hamilton, el siete veces campeón del mundo.
“Ojalá (Verstappen) me regrese algún favor este fin de semana. Es complicado. Deberíamos ver circunstancias, porque trabajamos en equipo. El resultado principal es para el equipo. Peleamos equipos y pilotos. Tenemos que ver circunstancias y es la belleza de las carreras, que es de momentos o segundos y es complicado”.
Y sobre el trazado del AHR, Sergio Pérez afirma que es uno de los más pesados del campeonato, ya que “se hace exigente en frenos, motor, no tener tráfico desde temprano es clave. Hubo un Gran Premio que abandoné (2018) por problemas en frenos”, comentó.
Duelazo entre Max y Lewis
Pero más allá de lo que haga Sergio Pérez, los ojos de los amantes de la F1 están puestos en la intensa rivalidad entre Max Verstappen y Lewis Hamilton. A fuerza de victorias, choques y peleas, los dos han dado forma al duelo más emocionante que tiene la máxima categoría en al menos una década.
Revitalizaron una competencia que se había vuelto muy predecible. Era una época que Hamilton dominaba, con 100 victorias desde 2007, pero apareció Verstappen. “Max maneja al límite. Y Lewis también”, declaró el bicampeón de la F1, Emerson Fittipaldi, durante el Gran Premio de Estados Unidos. “Ha vuelto la emoción a la F1”.
El británico de 36 años busca un octavo título que lo dejaría como el piloto que más veces se ha coronado campeón en la historia de la F1. Actualmente está empatado con Michael Schumacher, con siete campeonatos.
Su gran obstáculo es Verstappen, quien a sus 24 años, le aventaja por 12 puntos en la antesala del Gran Premio de México, y cuando faltan cinco carreras para terminar la temporada.
Con personalidades muy diferentes, sus encontronazos en la pista han sido directos. De inicio, en la primera vuelta del GP de Gran Bretaña, una maniobra a gran velocidad de Hamilton hizo que Verstappen se estrellase contra un muro y terminara en un hospital. Lewis ganó esa carrera y Red Bull no ocultó su furia cuando el británico dio la vuelta de la victoria.
En el otro incidente, en Italia, el auto de Verstappen salió volando y casi golpea la cabeza de Hamilton. Lo evitó una barra de metal que protege a los conductores. Max salió de su auto y se alejó, sin preocuparse por el estado de Hamilton, quien resultó ileso.
Esa actitud molestó mucho a la gente de Mercedes, y el director del equipo, Toto Wolff, dijo que los dos podrían volver a chocar en la pista y que Hamilton podría ser el agresor. “Jamás le diría a nadie que chocase a otro. Pero si todo se decide en la última carrera y el que está adelante gana el campeonato, se van a dar con todo”.
Ambos ya saben lo que es ganar en México: Hamilton lo hizo en 2016 y 2019; Max, en 2017 y 2018. El domingo van por todo… al igual que “Checo”. La carrera que se viene.
