Sergio “Checo” Pérez y su equipo determinaron hacer ajustes en su motor, a sabiendas de que serían penalizados. Lo hicieron, apostando a que en el circuito de Monza son viables los rebases y las remontadas. El mexicano lo hizo; sin embargo, no fue suficiente.
El tapatío, quien salió del puesto 13, terminó en la sexta posición en el Gran Premio de Italia, mientras que Charles Leclerc fue segundo y de esta manera, el piloto de Ferrari se afianzó en el segundo lugar del Mundial de Pilotos y mandó a la tercera posición al mexicano.
El monegasco llegó a 219 unidades, mientras que el tapatío se rezagó con 210. En ambos casos, ir por el primer lugar es prácticamente imposible, pues Max Verstappen obtuvo un triunfo más y así llegó a 335 unidades.
“Terminamos este maratón de 3 GPs seguidos. Hoy (ayer) nada nos salió desde el primer stint, que se comprometió con una bloqueada y tuvimos que parar muy temprano, aun así, recuperamos puntos para el campeonato”, escribió “Checo” en sus redes sociales tras la carrera.
A pesar del resultado, Christian Horner, jefe de la escudería Red Bull, destacó el papel que hizo el tapatío, quien tuvo algunos problemas con su monoplaza al arranque, pero gradualmente fue tomando ritmo e hizo rendir sus neumáticos para reponerse.
“Vimos un gran lado plano y también hubo algunos problemas con los frenos de disco, por lo que tuvo que entrar temprano a boxes“, explicó el jefe de Red Bull.
El piloto mexicano tenía la posibilidad de ir a la caza de un mejor resultado, pero un problema de Daniel Ricciado ocasionó un Safety Car.
De acuerdo con Horner, este inconveniente fue el factor principal de que Sergio Pérez no escalara más lugares.
“Su carrera de recuperación a partir de entonces fue muy buena. Tuvo que entrar una vez más, pero luego salió el coche de seguridad”, agregó Horner.
“Checo”, al igual que el directivo, consideró que el Safety Car lo perjudicó.
“Fue una carrera muy complicada, desde el inicio tomé precauciones en la curva, luego el neumático derecho se comenzó a calentar y paré temprano. Todo se nos complicó hoy, pensamos que con el neumático duro podíamos seguir y estar cerca de Lewis Hamilton si no llegaba el Safety Car“, comentó.
Verstappen, coequipero de Sergio Pérez a tiro de piedra del ‘Bi’
Por su parte, Max Verstappen volvió a largar rezagado, pero no importó y una vez más se alzó con la victoria para acercarse más a un inminente segundo título seguido en la Fórmula 1.
Tras el Gran Premio de Italia, el neerlandés aventaja por 116 puntos a Leclerc, quien acabó segundo tras una enésima cuestionable estrategia de Ferrari en su feudo.
De esta manera, Verstappen podría matemáticamente coronarse campeón en Singapur cuando se reanude la máxima categoría, el próximo 2 de octubre.
Vale decir que esta fue una victoria especial para el vigente campeón, pues subió por vez primera al icónico podio de Monza. Su mejor resultado previo en el autódromo fue un quinto puesto en 2018.
Verstappen empezó la carrera en la séptima plaza tras ser uno de los múltiples pilotos que recibieron penalizaciones; sin embargo, remontó posiciones con solvencia, ubicándose tercero tras la primera curva de la segunda vuelta.
Rebasó al Mercedes de George Russell al inicio de la quinta vuelta y luego fue a la caza de Leclerc, quien había sido el ganador de la Pole Position con su Ferrari.
El Safety Car virtual le dio una oportunidad al aparecer en la vuelta 12 luego que la última carrera de Sebastian Vettel en Monza acabó con el cuatro veces campeón del mundial retirándose por un problema de su motor.
Ferrari decidió que Leclerc ingresara a pits para cambiar a neumáticos intermedios, con lo que Verstappen se apoderó del liderato. El monegasco retomó la carrera como tercero.
Leclerc dejó atrás a Russell y brevemente recuperó el liderato cuando Verstappen realizó una parada en la vuelta 26, pero intercambiaron posiciones siete vueltas después cuando el piloto de Ferrari entró a pits para su segundo cambio de neumáticos.
El Safety Car ingresó otra vez luego que Daniel Ricciardo, el ganador de la carrera del año pasado, abandonó en la vuelta 47, provocando que casi todos los pilotos buscaran cambiar a neumáticos blandos.
Pero ya no hubo para más, la carrera culminó detrás del coche de seguridad y así Verstappen certificó su quinta victoria seguida y su undécima de la campaña, una más que el año pasado.
Russell quedó tercero, por delante del español Carlos Sainz Jr. y Lewis Hamilton, quien tuvo que remontar desde muy atrás tras purgar una penalización en la largada.
Las emociones regresarán para la carrera en Singapur, lo que marcará la etapa final de la temporada. Faltan sólo seis carreras y las debe aprovechar Sergio Pérez para obtener el mayor número de podios posibles para cerrar su mejor campaña en la F1 con un subcampeonato, el cual ayer se alejó un poco.
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