Sergio Checo Pérez rodó toda la jornada de test el jueves luego de los problemas en el freno delantero del Red Bull RB20, un cambio innesperado después de que se tenía planeado que el mexicano compartiera el auto con Verstappen y manejar todo el viernes en la pretemporada de F1.
La jornada matinal primero vio al mexicano con fuego en su auto y después un problema con una alcantarilla retrasó todo por lo que el Pérez fue quien se llevó la jornada completa, algo de lo cual habló con la prensa.
“Un día mucho más ocupado de lo esperado con la alcantarilla que se voló. El equipo decidió dejarme toda la tarde para tener kilómetros en el auto, haciendo distancia de carrera, haciendo vueltas más ligeras y entendiendo más el coche”, le dijo Sergio Pérez a FOX Sports México.
“Ha sido una preparación importante en todos los sentidos, hicimos mucha telemetría, mucho trabajo para el equipo toda la mañana. Por la tarde pudimos enfocarnos más en entender los neumáticos, el RB20, todo eso ha sido positivo. Por la mañana amucho trabajo en la parte aerodinámica que es data para el equipo”.
La equidad en la parrilla
A diferencia de su compañero Verstappen, quien logró un segundo de diferencia respecto a Lando Norris y McLaren en el primer día, el mexicano quedó a siete décimas de lo hecho por Carlos Sainz. Aunque algunos consideran que Red Bull está en otro nivel, Pérez prefiere mantener la mesura.
Mientras que Verstappen dominó el primer de test con un segundo de diferencia, Checo quedó detrás siete décimas de Carlos Sainz y su Ferrari, pero muchos dicen que los Red Bull están a otro nivel, el de Guadalajara prefiere ser mesurado.
“Creo que es muy temprano para decirlo. Mañana tendremos un poco más de idea, pero para el próximo sábado por la noche sabremos exactamente, creo que las cosas están más pegadas de lo que la gente cree”, siguió y finalizó: “Estamos enfocados en nosotros para llegar lo mejor posible en la temporada”.