Wembley no podía ser mejor escenario. El nuevo templo del futbol verá renacer a un coloso del futbol (Italia o Inglaterra) o coronar a un equipo que supo sobreponerse a una gran adversidad.
Ayer, Italia y España fueron los primeros en dotar de emociones al estadio y los dirigidos por Luis Enrique comenzaron dominando el encuentro, sin miedo a una “Squadra Azzurra” que llegaba a este duelo con 32 partidos sin perder.
El primer tiempo transcurrió y España no pudo plasmar en el marcador un dominio que prosiguió al inicio del segundo.
Esta Italia volvió a sus “bases”. Regresó a ser un equipo agazapado, cediendo el balón al rival e hizo el primero al 60’ con un contragolpe que firmó Federico Chiesa tras recibir el balón luego de un rebote de la defensa española.
España se fue con todo al frente y al 65’ Oyarzábal pudo empatarlo, pero no logró conectar su remate de cabeza cuando estaba solo frente a Donnarumma. Luego, vino un disparo desviado de Dani Olmo.
Y en el vendaval de “La Furia” aparecieron Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci, los veteranos centrales italianos y de la Juventus, quienes cortaban cada uno de los embates de la joven selección española.
Sin embargo, el siempre criticado Álvaro Morata se vistió de héroe. El también delantero de la “Juve” hizo el del empate al minuto 80.
Llegó la prórroga y nuevamente la propuesta ofensiva vino del lado español. Los dirigidos por Roberto Mancini se mostraban resignados para decidir todo en los penaltis.
Y en ellos, Morata volvió a ser el villano. Falló su disparó en el cuarto penalti y así, los italianos buscarán el domingo la final y su primera Eurocopa desde que la ganaran en 1968.
Sí, el gigante del futbol, que no clasificó al Mundial de Rusia 2018, está de nuevo en la élite.
Sí, es ahora o nunca
Inglaterra carga con el peso de las expectativas generadas por su desempeño. Dinamarca es pura determinación tras vivir momentos dramáticos en su debut.
Los ingleses saben que es su momento y no pueden desperdiciar la oportunidad de jugar la final en casa para ganar su primera Eurocopa, algo que sería su logro más grande desde su coronación en el ya lejano Mundial de 1966, el cual también se disputó en Inglaterra.
Y para ello apuestan a la defensa, que ha sido la base del éxito, pues no han cedido un solo gol en cinco partidos. El líder de ese departamento, Harry Maguire, tiene claro que aún no es suficiente para los llamados “inventores” del futbol.
“Semifinales consecutivas en un torneo grande es un gran logro”, dijo el jugador de 28 años. “Pero queremos llegar más lejos. Esa es la mentalidad, ese es nuestro enfoque”, dijo.
Inglaterra también llegó a las semifinales en Rusia 2018, donde fueron derrotados por Croacia. Fue el inicio de una nueva era, alejada de años decepcionantes, de una selección donde figuraba David Beckham, que solo alcanzó los Cuartos de final en los Mundiales de 2002 y 2006, y en la Eurocopa de 2004.
Hoy, Gareth Southgate ha cambiado la mentalidad de Inglaterra y ha reconectado con la afición.
Pero enfrente está Dinamarca, que se sobrepuso al gran golpe anímico que representó el paro cardíaco en pleno partido que sufrió Christian Eriksen.
“Estas últimas cuatro semanas vivimos las emociones de toda una vida”, dijo el técnico danés Kasper Hjulmand. “Confrontamos la muerte” en un partido.
Tras perder sus dos primeros juegos, incluido el duelo con Finlandia donde se produjo el episodio de Eriksen, Dinamarca quedó al borde de la eliminación. Pero cambiaron de fórmula y le ganaron a Rusia, clasificándose a los Octavos de final. Luego, dejaron en el camino a Gales y a la República Checa.
Dinamarca ha sido el último equipo en derrotar a Inglaterra en el Estadio Wembley, fue el de octubre de 2020 con gol, justamente, de Eriksen.
Así es, hoy chocarán el deseo de grandeza contra la alegría de estar vivo.
En honor a Eriksen
Antes del encuentro, el capitán inglés Harry Kane entregará a su homólogo danés Simon Kjaer una camiseta con el número “10” y el nombre de Christian Eriksen, que sufrió un paro cardíaco en el debut de Dinamarca en el torneo y tuvo que ser resucitado. La casaca llevará la firma de todos los jugadores ingleses.
“Vimos todo lo que sucedía por televisión”, comentó al defensor inglés Kieran Trippier, quien fue compañero de Eriksen en el Tottenham. “Somos amigos. Lo importante es que se está recuperando”.
Los daneses han convertido esa tragedia en un aliciente dentro de esta competencia.