Aunque la cuarentena se ha convertido en una herramienta fundamental en el combate y erradicación de la pandemia del coronavirus, el aislamiento prolongado en espacios confinados trae consigo un sinfín de daños colaterales, como el sedentarismo, que ponen en riesgo la salud física y psicológica de las personas en México.
Aquellos individuos acostumbrados a salir de sus hogares para realizar actividades deportivas, como ir correr, acudir al gimnasio o simplemente visitar algún establecimiento comercial, deben de enfrentar uno de los principales factores de riesgo y mortalidad en todo el mundo: el sedentarismo.
Pese a que los espacios públicos están teniendo una reapertura escalonada en la Ciudad de México, estimando un regreso a la llamada nueva normalidad hasta el 15 de julio, la Asociación de Gerentes y Administradores de Clubes Deportivos apuestan por el ejercicio diario como actividad esencial.
En entrevista con Reporte Índigo, Alfredo Jiménez de Sandi, presidente de Gerentes y Administradores de Clubes AC., reconoce la situación de vulnerabilidad que vive el país, por lo que asegura qué ‘hoy más que nunca’ el ejercicio físico al aire libre debe ser considerado como un elemento indispensable en la batalla contra el coronavirus.
“Las actividades que habían dicho que iban a iniciar esta semana, no van a arrancar, porque estamos con el semáforo en rojo. Pero lo que solicitamos es que los clubes deportivos con espacios abiertos sí podamos arrancar con un aforo reducido.
Ante la difícil situación económica que pone en riesgo la estabilidad de millones de familias, las bajas en membresías e inscripciones a clubes deportivos serán inevitables, por lo que se deberán buscar nuevos planes y programas de financiamiento que incentiven y ‘faciliten el ingreso’ a las personas más afectadas.
“La mala noticia de la historia es la economía. Muchos padres han perdido su trabajo. Tuvieron que darle prioridad a comida, casa y escuelas probablemente. Por esta razón tuvieron que pasar a un segundo o tercer lugar a un club deportivo. Tendremos que facilitar el ingreso para que la gente regrese”, señala.
Riesgos latentes del sedentarismo
De acuerdo con los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos 60 por ciento de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud; mientras que en México el sedentarismo afecta al 58.3 por ciento de los mexicanos mayores de 18 años.
La inactividad es un gran factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión y obesidad, las cuales se han acentuado y convertido en las comorbilidades agravantes del coronavirus.
Alfredo Jiménez de Sandi explica que en México existen más de 12 mil instalaciones adecuadas para realizar ejercicio físico; sin embargo, un porcentaje elevado de la población mexicana sufre de enfermedades crónicas derivadas del sedentarismo.
El otro enemigo
Asimismo, el miedo en la población es un factor de riesgo que podría provocar una desaceleración en la reactivación de las actividades deportivas en los espacios públicos y privados, por lo que los protocolos y medidas de seguridad serán necesarias para evitar contagios.
“Siempre es latente y válido el que las personas tengan miedo de regresar a un lugar en donde hay mucha gente. Los protocolos y medidas de seguridad serán fundamentales para evitar contagios y un posible nuevo brote”, explica Jiménez de Sandi.