Tuvieron que pasar 47 años para que un equipo igualara la peor participación en un Super Bowl, etiqueta que le pertenecía a los Delfines de Miami, que en la edición VI solo le hicieron tres puntos a los Vaqueros de Dallas, tal como el domingo pasado le ocurrió a los Carneros de Los Angeles frente a los Patriotas de Nueva Inglaterra.
En dos años que lleva McVay al frente, fue apenas la segunda ocasión que se queda sin anotación de siete puntos, esto le ocurrió también en la Semana 12 de esta temporada, cuando los Osos de Chicago les pusieron una barrera, y solo dos goles de campo evitaron la blanqueada.
“Estoy aturdido ahora mismo, definitivamente me ganaron la partida, no hice un trabajo lo suficientemente bueno con este equipo, este es uno que te quedará marcado, uno que te duele mucho”, dijo.
Durante casi toda la campaña Jared Goff fue uno de los quarterbacks más letales de la liga y mantuvo una disputa cerrada con Patrick Mahomes, de los Jefes de Kansas City, pero el pasado domingo no fue ni la sombra de lo que había mostrado, todas sus cualidades para leer el partido y para anticiparse a lo que podían hacer los rivales se quedaron guardadas.
El fracaso ofensivo de los Carneros tuvo mucho que ver con los pobres números que entregaron Goff por aire, con solo 19 pases completo, 229 yardas y una intercepción producto de la premura para lanzar, así como la poca producción por tierra con Todd Gurley, quien solo corrió para 35 yardas en 10 acarreos.
Ya hay favorito
Aún no se ha enfriado la fiesta de los Patriotas por su sexto campeonato y ya comienzan a circular las predicciones de varias casas de apuestas, que han coincidido en que el favorito para ganar el Super Bowl LIV son los Jefes de Kansas City.
La actuación de este año de su quarterback, Patrick Mahomes, los pone como principales candidatos, y en segundo lugar está Nueva Inglaterra.