“La Máquina” marchaba aceitada en el Apertura 2017, sin embargo parece descarrilarse y con su grandeza cuestionada por el mismo timonel.
La presión ha regresado al Cruz Azul justo a tres jornadas para concluir el torneo regular, luego de la goleada por 3-0 padecida ante Lobos BUAP el fin de semana, la cual complicó al cuadro de Paco Jémez las aspiraciones de Liguilla.
“Nosotros no somos un equipo grande, hoy (el sábado) lo hemos dejado muy claro, que no somos un equipo grande. No tenemos ninguna duda en cuanto a nuestra afición, que es nuestro mejor baluarte, por eso hoy estamos avergonzados, pues no hemos estado a la altura que nuestra afición se merece”, manifestó Jémez al término del encuentro, quizás la declaración más brava desde que tomó las riendas del club a principios de este 2017.
Pero a decir verdad, las palabras de Jémez no están lejos de la realidad de los últimos años y de las más recientes jornadas.
El cuadro cementero apenas lucha por meterse por vez primera desde 2014 a la “Fiesta Grande” del futbol mexicano, además de poner fin a una larga sequía de títulos de Liga que va para 20 años en diciembre próximo.
Pese a que comenzó el torneo de manera invicta durante las primeras nueve jornadas del campeonato, las últimas fechas el cuadro de “La Noria” ha vivido en una auténtica “montaña rusa” en cuanto a resultados se refiere.
En principio, el invicto terminó en la undécima fecha del campeonato (la 10 fue reprogramada a raíz de los sismos), luego de caer estrepitosamente por 4-0 contra Pachuca.
Un partido posterior, Cruz Azul recuperaría terreno y vencería 4-1 a los Pumas en La Corregidora de Querétaro, justo antes de la pausa por la fecha FIFA.
En la reanudación del torneo, la semana anterior ante América, cayó por 3-1 en la cancha del Estadio Azul y luego ganó al Querétaro en calidad de visitante en la realización del encuentro pendiente de la décima fecha.
Pero la “gota” que derramó el vaso fue la irreconocible actuación contra Lobos de la BUAP en el campo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, cuyo resultado dejó a “La Máquina” con 21 puntos cosechados en el octavo lugar de la clasificación general, a dos unidades de sus más cercanos perseguidores, el Atlas de Guadalajara.
Lo que viene
En el presente semestre, al cuadro cementero le restan tres partidos de la ronda regular del Clausura 2017, además de su participación en la fase final de la Copa MX.
Primero, el próximo martes jugará ante América en la cancha del Estadio Azteca por los octavos de final del torneo alterno, partido que se antoja difícil por el contexto y la precariedad de tratarse un “clásico”.
Además en el recuerdo queda el reciente antecedente de Liga, donde Cruz Azul terminó superado por las Águilas.
En lo que respecta a la Liga MX, el calendario luce complicado con los primeros dos rivales para cerrar la temporada.
El sábado recibirá en el Estadio Azul a los Tigres de Nuevo León, un conjunto que viene cerrando con buenos números el campeonato, candidato al título, y que además no pierde en la antigua cancha de Ciudad de los Deportes desde abril de 2015, en el torneo Clausura.
Aunque Paco Jémez y su Máquina ya derrotaron a los universitarios en la fase de grupos del torneo de Copa MX en ese mismo escenario por 2-1, el 30 de agosto pasado.
Después, el conjunto de “La Noria” visitará al Morelia, otro conjunto con buen rendimiento en el presente certamen y pelea palmo a palmo por instalarse en el “Top 5” de la clasificación.
La buena noticias es que cerrará como local contra el Veracruz, escuadra que ya no se juega nada en el torneo, solamente rescatar la mayor cantidad de puntos por el tema porcentual.
Es cierto que Cruz Azul mantiene la esperanza y la ilusión en los dos torneos oficiales que encara, sin embargo deberá recuperar la grandeza a la que hace alusión su entrenador para poder alcanzar la gloria en alguno de los dos certámenes.
De lo contrario, el fracaso dará la razón a las palabras de Jémez que calaron hondo en la nación azul.