El esperado partido entre los Brooklyn Nets y los New York Knicks no se jugará tal y como estaba estipulado, tras la devastación provocada por el huracán “Sandy” en la ciudad de Nueva York.
Aunque Tim Frank, representante de la NBA había declarado que trabajaban sobre la idea de jugar el partido tal y como estaba previsto, finalmente se tomó la decisión de suspender el juego. Los Nets de Brooklyn dejaron en claro que pese a las inundaciones y los destrozos generados por “Sandy”, el pabellón Barclays Center no sufrió ningún daño.
El escenario donde se realizaría el juego está ubicado por encima de una estación del metro y de tren, y hubiera sido difícil llegar al partido tomando en cuenta que el sistema de transportación pública de Nueva York todavía no funciona.
Los aficionados tendrían que lidiar con las restricciones y cancelaciones del transporte, las cuales han paralizado la ciudad.
“Estamos decepcionados de que no podamos jugar, pero hay cosas mucho más importantes ahora.Mucha gente perdió casas, muchas personas perdieron seres queridos, por lo que no significa mucho ahora un juego de baloncesto”, declaró Deron Williams.