Recupera su ferocidad

Parecía difícil, más no imposible que Tiger Woods volviera a ser el número uno del mundo tras los conflictos extradeportivos que vivió y que se tradujeron en crisis de resultados.

Luego de haber llegado a ser el 58 del ranking mundial en 2011, encarar un éxodo de patrocinadores y dejar de ser uno de los deportistas consentidos tras el descubrimiento de sus infidelidades, los rugidos del californiano vuelven a escucharse desde lo más alto del green.

Woods volvió a ser el mejor golfista del mundo tras conquistar por octava vez en su carrera el torneo Arnold Palmer Invitational.

De esta forma regresó al trono que perdió en octubre de 2010 y en el que ahora se sentaba Rory McIlroy. El norirlandés de 23 años vio cómo el veterano de 37 recuperaba un lugar que él mismo se encargó de perder tras una serie de conflictos que le impidieron seguir disfrutando del golf.

La incertidumbre sobre si Tiger ganará de nuevo un Major parece ahora cosa de risa. Woods es el máximo favorito para el Masters de Augusta que se realizará del 11 al 14 de abril. 

Una quinta chaqueta verde le devolvería todo el esplendor perdido, le reportaría un gran contrato con un gran patrocinador, algo que extraña, y pondría a temblar el récord de majors de Jack Nicklaus, quien consiguió 18, por 14 del californiano.

Pero el repunte de Woods no viene solo, coincide con el haber encontrado estabilidad en nueva pareja que comparte su gusto y pasión por el deporte.

Luego de haber confirmado su noviazgo con la esquiadora estadounidense Lindsey Vonn, la suerte volvió a sonreírle al golfista en esta etapa.

Este año suma ya tres victorias, el mismo número que en todo el año anterior; seis triunfos si se cuenta de marzo a marzo. Además presume de tener el promedio de golpes más bajo del circuito: 68.3 por vuelta, un registro similar al de sus años de dominio absoluto del golf. En 2000 y 2007 bajó hasta los 67.79.

Del suelo al cielo

Decir que Woods se levantó como el Ave Fénix no está tan lejos de la realidad. El escándalo por sus infidelidades matrimoniales amenazó con destruir su carrera. Tiger lo perdió todo. Cedió el número uno mundial, su nombre desapareció entre los ganadores de grandes, muchos patrocinadores lo abandonaron, su mujer lo dejó, los seguidores le dieron la espalda y hasta su madre lo reprendió.

Entre 2010 y 2011 no ganó ningún torneo, y en junio de ese año se hundió hasta el puesto 58 del mundo.

Prácticamente tuvo que reconstruir todo su ambiente y a él mismo. Luego de un par de operaciones sus articulaciones volvieron a responderle. Los cambios de entrenador le hicieron reiniciarse en su juego. Volvieron los títulos, tres campeonatos en 2012, tres en lo que va del 2013 y su nueva relación. 

Por iniciativa propia de la esquiadora, se dio a conocer su noviazgo. Lindsey Vonn, quien es campeona olímpica y mundial, le puso otro cimiento a la nueva carrera del golfista al darle estabilidad emocional.

Woods está de regreso, el Tigre vuelve a caminar por sus praderas, pero volver a pintarse de verde si consigue el Master, simplemente le devolverán esa etiqueta de ícono deportivo.