El Real Madrid arrancó la temporada con dos noticias devastadoras: las graves lesiones de rodilla de Thibaut Courtois y Éder Militao. Piezas clave en el conjunto blanco que no contaron con refuerzos de entidad en el mercado; como tampoco se acudió para fichar a un ‘9’ contrastado que sustituyera a Karim Benzema. Sin embargo, con “un compromiso colectivo extraordinario y falta de ego”, como resalta Carlo Ancelotti, el conjunto blanco ha logrado ganar el título de Liga en una temporada llena de dificultades.
Las lesiones han marcado el curso para el Real Madrid. 19 con parte médico y otras molestias sin comunicar en la web del club. Las de rodilla, musculares y traumatismos que parecían poner en jaque el liderato de los de ‘Carletto’, pero que nunca le llegaron a pasar factura a un equipo que ha ganado el título habiendo perdido solo un partido en la competición doméstica (3-1 frente al Atlético de Madrid).
Los tres cruzados
Tras Courtois el 10 de agosto y Militao el 10 y 12 de agosto, respectivamente, en diciembre, el día 17, cayó el tercero: David Alaba. Los tres sufrieron una lesión del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. El portero y los dos centrales titulares. Palabras mayores.
Sin embargo, ha sido el equipo de la LaLiga EA Sports que menos goles ha encajado. Y con diferencia. 22 por los 33 del siguiente en este aspecto, el Athletic Club.
La llegada en forma de cesión de Kepa para ocupar la portería en agosto se empezó a truncar en noviembre por lesión y se diluyó en enero; con Andriy Lunin ganándole la partida y aprovechando su gran oportunidad en el Real Madrid.
En la defensa, Rüdiger ha firmado su mejor temporada y a su lado, Nacho y Tchoauméni -reconvertido a central- han cumplido; el primero siendo más irregular, como dijo el propio Ancelotti a principios de abril.
Ni la lesión de Alaba animó al Real Madrid a acudir al mercado en busca de un central. Se jugó la temporada con Rüdiger y Nacho además de la ayuda de Tchouaméni. Y le ha salido bien.
Bellingham, el ‘9’ inesperado
La marcha de Karim Benzema en verano dejó al Real Madrid sin su ‘9’ referencia. Y tampoco acudió al mercado para un delantero de renombre. Con Kylian Mbappé volviendo a rondar el entorno del club… pero sí que cumplió el plan marcado en las oficinas de Valdebebas: Jude Bellingham.
El inglés llegó al conjunto blanco previo pago de 103 millones de euros más otros 30 en variables al Borussia Dortmund. El centrocampista era una de las joyas del fútbol europeo, pero, en sus inicios con el Real Madrid, se destapó como un futbolista con mucho gol.
Ancelotti le encontró el hueco perfecto en sus esquemas. Y tuvo un inicio fulgurante: 14 tantos en 15 encuentros; registros con los que igualó su mejor temporada goleadora.
Además, en sus cuatro primeros partidos de Liga anotó cinco goles; cuatro de ellos para darle ocho puntos al Real Madrid. Clave.
Cifras que ha redondeado hasta la fecha en 22 goles y 10 asistencias; de los cuales 18 dianas y cuatro pases de gol son en LaLiga EA Sports; lo que le pone en posición de luchar en las últimas jornadas por el trofeo al máximo goleador de la competición.
Además de hacer olvidar, sin esperarlo, a Karim Benzema, Bellingham hizo lo propio con Vinícius Junior. El brasileño, sin haber sufrido ninguna lesión muscular en su carrera profesional, cayó en dos ocasiones esta temporada que le mantuvieron alejado de los terrenos de juego 75 días.
Sin embargo, suma 13 goles y 6 asistencias en 23 partidos de una liga en la que ha abanderado la lucha contra el racismo.
Un Bellingham que se erigió como el líder del equipo en ataque también durante las malas rachas de Rodrygo Goes de cara a puerta: 31 disparos sin marcar tras anotar el primer tanto de la temporada y siete partidos consecutivos sin ver puerta al inicio de 2024. Eso sí, a pesar de esas malas rachas de cara a puerta, el brasileño ha celebrado diez goles en Liga.
La aportación del banquillo
En la liga de la resiliencia, palabra definida por la RAE como “capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”, por los contratiempos en forma de lesiones, aparecen también cuatro jugadores clave desde el banquillo que superaron, en mayor o menor medida, el verse relegados a un segundo plano habitual.
Uno de ellos es Luka Modric. El croata, quien cumple 39 años el 9 de septiembre, se ha convertido en un suplente de lujo en unos momentos finales de su carrera que parecían no llegar nunca. Es el decimotercer jugador en minutos de la plantilla, asumiendo un nuevo rol en la que apunta ser su última temporada en el Real Madrid.
El 14º en minutos es Brahim Díaz y el 15º Joselu Mato; ambos fichados en verano para reforzar el ataque. El primero llegó a ocupar el sitio que dejó Marco Asensio y tras un inicio en el que apenas contó con protagonismo, entre diciembre y marzo llegó su momento; con un golazo frente al RB Leipzig como momento clave en su temporada.
Apretando incluso por la titularidad con Rodrygo, Brahim se quedó como un revulsivo de lujo en un papel que, tras su decisión de jugar por Marruecos y no por España, le hizo ser internacional absoluto. Además, marcó el primer tanto del encuentro frente al Cádiz y dio la asistencia del segundo, que marcó Bellingham. Encarriló el partido que, tras la derrota del Barça en casa del Girona, certificó el título de Liga para el Real Madrid.
Por su parte, Joselu ha sido el ‘9’ puro de banquillo que anhelaba el Real Madrid en pasadas temporadas. Sin pedir más y siempre respondiendo. A sus 34 años ha aportado 13 goles, consciente de su rol y ganándose un sitio en los próximos años en la plantilla.
Otro que se ha ganado quedarse es Lucas Vázquez. El lateral derecho gallego, en su último año de contrato, ha sumado en cada minuto en el campo en el que ha sustituido a un Dani Carvajal que ha firmado una gran temporada. Su mejor momento, el clásico contra el FC Barcelona que amarró el título de liga: forzó un penalti, dio una asistencia y marcó un gol en la victoria 3-2.
Los cuatro se adaptaron al papel que les otorgó Ancelotti y formaron parte importante de una 36ª liga del Real Madrid que se gestó en la superación ante las dificultades.