Una vez más, Rafael Nadal lució este jueves como un jugador de 37 años que vislumbra el momento del retiro… pero aún puede ingeniárselas para ganar.
Sin poder generar ritmo con la derecha o el revés, acumulando muchísimos errores no forzados e incapaz de sostenerse en los peloteos, Nadal cedió el set inicial de su partido de primera ronda en el Abierto de Italia ante Zizou Bergs, un desconocido belga que venía de superar la fase clasificatoria del torneo.
It isn’t over till it’s over 🤯#IBI24 | @atptour pic.twitter.com/M0UK8V2P0G
— Internazionali BNL d’Italia (@InteBNLdItalia) May 9, 2024
Sin embargo, la versión avasalladora del ganador de 22 torneos de Grand Slam y del jugador que es virtualmente indomable en la arcilla, emergió. Así, el español remontó para llevarse una victoria 4-6, 6-3 y 6-4 frente a un embelesado público en el que podría ser su última presencia en el Foro Itálico.
Fue el décimo partido de Nadal este año, tras perderse casi todo 2023 por una lesión en la cadera que precisó una cirugía. Su objetivo es llegar en la mejor forma posible para el Abierto de Francia, donde es el dueño del récord con 14 títulos.
‘Mi juego es más imprevisible que antes’
“No ha sido mi mejor partido. Había estado mejor en los entrenamientos pero he encontrado la manera de ganar, eso es muy importante para mí”, declaró Nadal.
“Como vengo diciendo, mi juego es más imprevisible que antes. Pero no he jugado mucho tenis en estos dos últimos años, así que es normal que aparezcan algunos altibajos”, añadió. Estoy seguro de que puedo hacerlo mucho mejor y ojalá pueda hacerlo en la siguiente ronda”.
Roma, donde ostenta el récord con 10 títulos, será la última gran prueba de Nadal con miras a Roland Garros, cuya actividad en el cuadro principal arrancará el 26 de mayo.
Durante el trámite de su victoria 70 en la capital italiana, la afición en el Campo Centrale no se cansó de corear “Olé, Olé, Ole, Na-dal, Na-dal”.