Desde la aparición del pulpo Paul, en Sudáfrica 2010, las mascotas se han convertido en el oráculo favorito para predecir los resultados de los partidos que se disputarán en la justa futbolera más importante del mundo.
Este año el pronosticador oficial será Aquiles, un gato sordo que forma parte del centenar de felinos nombrados guardianes del Museo del Hermitage de San Petersburgo.
Aquiles fue elegido por sus nervios de acero, ya que para su pronostico elegirá entre dos platos con comida, en los que irán adheridas las banderas de los equipos rivales.
El gato de color blanco pesa actualmente 4.7 kilos, uno más que el año pasado, cuando también fungió como adivinador de la Copa Confederaciones, torneo en el que acertó en cuatro de los dieciséis partidos disputados.
El museo del Hermitage está lleno de gatos muy aficionados al futbol, entre los que destaca Aquiles, indicó la jefa de prensa del museo, Mary Khaltunen, a la agencia de prensa R-Sport.
‘Celebraremos una conferencia de prensa especial y Aquiles tendrá un pase oficial de aficionado (al Mundial), dijo Khaltunen.
La estirpe de los gatos del Palacio de Invierno data del siglo XVIII, cuando el Zar Pedro I llevó al lugar un gato que lo acompañó en uno de sus viajes a Holanda; sin embargo, fue Catalina la Grande quien otorgó a los animales el estatus de guardianes de las galerías.