Primero España y ahora Inglaterra

La Copa de Brasil se está convirtiendo en el Olimpo de los Dioses caídos.

Humillada el miércoles la mejor selección de los últimos tiempos, España, se despidió del Mundial y de la posibilidad de refrendar su título de Sudáfrica.

Ayer le tocó el turno a otra de las selecciones históricas del futbol mundial: Inglaterra.

Los inventores del futbol prácticamente necesitan de un milagro para continuar con vida en este campeonato mundial después de su derrota de 2 goles a 1 frente a la selección uruguaya.

Hay un dicho que reza que para que la cuña apriete, ésta debe ser del mismo palo.

Y Luis Suárez, el delantero charrúa del inglés Liverpool, lo hizo válido ayer en la cancha de la Arena Corinthians, protagonizando un regreso increíble a las canchas luego de su lesión que lo privó de jugar contra Costa Rica.

El killer uruguayo liquidó con dos goles extraordinarios a Inglaterra, selección conformada por una cantidad importante de jugadores que son compañeros de él en el Liverpool.

Extraordinario fue lo de Suárez, pero no menos lo que hizo en la cancha ayer Cavani, el inalcanzable atacante del Paris Saint Germain, con quien Suárez formó una dupla letal.

Casi al finalizar la primera parte el delantero del Liverpool concluyó un gol que fue más de Cavani: un contragolpe de lujo que terminó con un centro perfecto al área chica para que Suárez cabeceara en las narices y a contrapié del portero Hard.

La segunda parte del Inglaterra y Uruguay trajo, por momentos, el mejor futbol que se ha vivido en esta Copa Mundial.

Fue frenético e intenso. Con jugadas de ida y vuelta.

Los ingleses lograron contener una embestida inicial charrúa, pero los cambios que hizo el estratega Hodgson (Barkley por Sterling y Lallana por Welbeck) comenzaron a funcionarle al equipo de la rosa.

En el minuto 75 vino la recompensa para los ingleses. El defensa lateral Johnson desbordó por la derecha y sacó un tiro centro que Rooney esperó con paciencia para vencer a Muslera.

Inglaterra en ese momento era más que Uruguay, que se había replegado para asegurar la ventaja.

Pero vino otra genialidad de Luis Suárez con la complicidad de la zaga inglesa. 

Un despeje de Muslera de manera increíble cruzó todo el campo y terminó en los pies del atacante charrúa para enviar a Inglaterra de regreso a Londres.