Presunto culpable

Desde el inicio de su carrera en 1991, Ricardo Ferretti nunca ha sido despedido de su cargo como director técnico pese a que ha vivido momentos tensos en sus diferentes equipos.

El entrenador brasileño ha sido campeón tres veces en más de 20 años de experiencia, y tal parece que uno de estos títulos le está salvando el puesto en este Apertura 2013 al frente de Tigres.

La consolidación de su proyecto en esta tercera etapa como timonel felino sucedió aquella noche del 11 de diciembre de 2011, cuando frente al Santos Laguna, acabó con 29 años de espera por un campeonato. Sin embargo, esa fórmula ganadora ya no le está surtiendo efecto al grado de ser uno de los técnicos con los resultados más irregulares de la Liga MX en esta temporada.

Ser derrotado en el Clásico Regio 101 por el pase a la semifinal de la Copa MX, tener solo cuatro triunfos como local en todo el 2013, acumular 14 puntos de 36 posibles y renunciar a la explicación pública frente a los medios de comunicación, como lo ocurrido la noche del pasado sábado, son situaciones que anuncian el fin de un ciclo en la carrera del “bigotón” con Tigres.

Su sistema está perdiendo terreno en la carrera por el protagonismo, tiene la costumbre de usar la misma técnica de juego frente a todos los rivales y lo que es peor, se está muriendo con sus titulares por vivir del recuerdo tras aquella coronación.

“El principal responsable de todo esto soy yo”, dijo el sábado con absoluta verdad. Lo que no parece razonable es cómo sigue arriesgando, en primera instancia a la institución y después su propia dignidad, por seguir aferrado a las historias del pasado.

“Estos jugadores que hoy ustedes (prensa) piden cambiar, fueron los que durante tres años llevaron a este equipo a un campeonato y varias veces a ser líderes generales, ¿y quieren que yo hoy les dé la espalda? No lo voy hacer, me cueste lo que me cueste”, complementó el brasileño para dar por terminada su conversación con la prensa en seña de su molestia mediática.

En otros clubes la guillotina ya cortó cabezas. El Club Monterrey se olvidó de los títulos del “Rey Midas” y le dio las gracias a Víctor Manuel Vucetich, Atlante cortó a Wilson Graniolatti, Pachuca a Gabriel Caballero y hasta el Atlas se dio cuenta que Omar Assad no era la solución.

La nómina de 58 millones de dólares de Tigres, es la más alta del futbol mexicano. No hay otro equipo que cuente con jugadores de tan alto nivel como los que la directiva de Alejandro Rodríguez y Miguel Ángel Garza le han contratado a Ferretti, pero ni todo esto ha sido suficiente para mantener el nivel competitivo que el proyecto se les está viniendo abajo.

Quedan cinco partidos para Tigres, son 15 puntos por disputarse y la Liguilla se está escapando. Con dos triunfos al hilo podrían meterse a la pelea por el octavo lugar que ostenta Gallos Blancos, solo en caso de que los subsecuentes Xolos, Puebla y Veracruz no sumen más unidades.

Todo lo que necesita Tigres es volver a disfrutar su trabajo en el campo, mantener el orden y la propuesta ofensiva con los elementos que aporten lo suficiente para darle a la afición lo que se merece. Esto, sin importar que Ricardo Ferretti de el paso al costado si su ciclo ha terminado.

Los 11 que no defiende

Aunque Ricardo Ferretti dijo que se quedará con la alineación de esos jugadores que le dieron el título de Apertura 2011, a Héctor Mancilla lo cortó del equipo presumiblemente por motivos personales.

Además de esto, esta temporada el “Tuca” ha afectado a otros elementos de gran potencial por “morirse” en la cancha con sus titulares, como los casos de Guido Pizarro, Gerardo Lugo, Édgar Pacheco, Alberto Acosta o Jonathan Bornstein, a quienes la jerarquía con Ferretti jamás les podrá llegar.