Presionado y obligado

Un puesto como el de entrenador de la Selección Nacional de Futbol no es cualquier cosa. Los rivales, los directivos, el aficionado y desde luego la prensa siempre tendrán sus ojos puestos en sus resultados más que en su trabajo diario.

Pero si a esto se le agrega el carácter del director técnico en turno, el resultado será una gestión llena de extremismos, donde cumplir lo que debe es motivo de euforia y fallar los objetivos se vuelve una crisis.

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
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ediciones de Copa América acumula México sin avanzar a Cuartos de Final
"No entendimos el prestigio tan importante y lo que significa el torneo. Regresamos con el fracaso que no queríamos"
Miguel HerreraD.T. de la Selección Mexicana
"Si pretendemos jugar la Copa Confederaciones (en 2017), debemos ganar la Copa Oro"
"Me porto buena onda y le contesto el teléfono a todos. Entonces, si estoy sobreexpuesto en los medios, mal; y si no, especulan que estoy enojado"

Un puesto como el de entrenador de la Selección Nacional de Futbol no es cualquier cosa. Los rivales, los directivos, el aficionado y desde luego la prensa siempre tendrán sus ojos puestos en sus resultados más que en su trabajo diario.

Pero si a esto se le agrega el carácter del director técnico en turno, el resultado será una gestión llena de extremismos, donde cumplir lo que debe es motivo de euforia y fallar los objetivos se vuelve una crisis.

Miguel Herrera está inmerso en ese caso. No llegó como el salvador del Tricolor, pero de cierta forma generó expectativa de crecimiento por el accionar del combinado nacional en su paso por el pasado Mundial de Brasil 2014.

Hoy en día que la Selección quedó eliminada de la Copa América Chile 2015, en donde no obtuvo ni un solo triunfo, la presión le llega tan duramente que incluso ya empezó a tener altercados mediáticos por las críticas a sus resultados.

Tras el partido contra Ecuador, el narrador de TV Azteca, Christian Martinoli se burló de Miguel Herrera porque el “Piojo” culpó a los árbitros de la derrota que vivió su equipo.

“Es un porrista. Penosamente el entrenador de la Selección Nacional de Futbol ve los partidos como un fanático. No sé qué juego ve Miguel Herrera, no sé qué equipo dirige Miguel Herrera, no entiendo nada de Miguel Herrera”, dijo Martinoli.

A su regreso a la Ciudad de México la noche del sábado pasado, Herrera ofreció una conferencia de prensa para asumir la total responsabilidad del fracaso nacional en suelo andino, pero al mismo tiempo se defendió de las críticas recibidas por el comentarista.

“Hay solo un pendejo que me ataca. Ya sabrán ustedes quién es. Me lo encontraré y discutiré con él”, sentenció el “Piojo”ante los medios en alusión a las palabras del narrador de la televisora del Ajusco.

Este altercado agrava la estabilidad de su puesto, pues ahora que requiere toda la concentración del equipo mexicano rumbo a la Copa Oro que inicia el próximo 9 de julio en Chicago contra Cuba, la situación se vuelve un tanto incómoda al grado de obligarlo a ganar el certamen.

Hace tiempo que el Tricolor perdió el mote de “Gigante de Concacaf”. No es para menos, Costa Rica y Estados Unidos han ganado terreno ante la debacle de México en la zona. Sin embargo, con la presión mediática sobre sus hombros, no existirá otro resultado que deje tranquila a la afición mas que la conquista del trofeo.

Herrera carga una losa pesada en su espalda. Ser el imán publicitario de la Femexfut, hacer comerciales con un perico y explotar su imagen con casi todos los patrocinadores del Tri fue comprensible.

No obstante, el primer roce con los aficionados el pasado 7 de junio cuando se involucró en actos de proselitismo a favor del Partido Verde Ecologista de México, lo pusieron en una situación apremiante.

Su sobre exposición mediática combinada con los pésimos resultados de la Selección Mexicana le dan al “Piojo” un pase directo al banquillo de los acusados.

Primero, por no haber tomado con seriedad un torneo de importante competencia y roce internacional como la Copa América Chile 2015.

“No entendimos el prestigio tan importante y lo que significa el torneo. Regresamos con el fracaso que no queríamos. Estamos apenados con la afición”, apuntó.

Después, por poner en juego su capacidad como entrenador de la Selección Nacional en una Copa Oro que si no gana lo podría poner contra la pared. Aunque a su parecer, le guste o no a la prensa o al público en general, él seguirá en su puesto hasta llegar al Mundial de Rusia 2018.

Eso el tiempo lo dirá, mientras tanto si no consigue salir de este bache podría ser preocupante para la continuidad de Herrera y su cuerpo técnico.

> Dos altercados en dos semanas

Domingo 7 de junio. 

Justo cuando tenía que estar enfocado en su partido de preparación rumbo a la Copa América Chile 2015 contra Brasil, tuvo la valentía de compartir sus “convicciones” políticas por el PVEM sin importar consecuencias.

Viernes 19 de junio. 

Sin una sola victoria en la fase de Grupos, México queda fuera de la Copa América tras caer contra Ecuador por marcador de 2-1. Un día después se enfrasca en un lío mediático por las críticas a su trabajo.

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