La familia del futbol sabía que encaraba la disputa más difícil, pero nadie esperaba que esta vez le tocara sufrir la derrota. El ex portero del Pachuca, Miguel Calero, deja en el mundo un legado deportivo, de respeto y familiar.
Víctima de una trombosis cerebral, el colombiano tuvo un triste desenlace en medio de la tristeza que ya inundaba al medio futbolístico, pero ante todo el duelo que se percibe la pregunta persiste… ¿por qué se murió Calero?
La muerte cerebral sufrida por el ex futbolista colombiano a los 41 años de edad apunta a diversas causas que podrían ser consecuencia de un posible padecimiento genético, toda vez que en 2007 tuvo el antecedente más importante al ser operado en Estados Unidos por obstrucción venosa en el brazo izquierdo, que generó en los médicos la sospecha de una situación hereditaria.
Esta vez, la última, fue un coágulo en su arteria carótida que oxigena el lado derecho del cerebro, pero sin considerar que el ‘Cóndor’ fue atendido el 26 de noviembre de forma oportuna, la muerte lo encontró al mediodía de este martes 4 de diciembre en un tiempo imposible determinar si es pronto o generoso.
Calero era un hombre sano, todo un atleta, sin embargo los médicos señalan que debía contar con controles médicos para tratar lo que parece fue una hipercoagulabilidad, es decir, que su cuerpo forma coágulos en exceso ya que no cuenta con proteínas suficientes para controlar un fluido sanguíneo normal.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la principal causa de muerte en el mundo está relacionada a los males cardiovasculares, la cual ronda el 30 por ciento de las defunciones al año.
Calero ha entrado en la estadística fatal ya mencionada dicen, porque dejó de administrarse la medicación que mantenía el flujo natural de la sangre desde hace tiempo.
“Estuvo en tratamiento con medicamentos que impiden que la sangre se vuelva a coagular, por alguna razón se permitió que los dejara de tomar; volvimos a hacer una serie de pruebas para ver si tiene en forma genética un estado protrombótico. Si salen positivas, tendríamos que hacer recomendaciones a sus hijos”, explicó Édgar Nathal, neurocirujano que estuvo a cargo de Miguel antes de morir.
Después de ganar con Pachuca cuatro torneos locales, una Copa Sudamericana y tres Concacaf Liga Campeones, la nueva leyenda Tuza supo que era momento de decir adiós a la canchas.
Por su forma de ser, la vida le prestó el tiempo suficiente para despedirse de todos aquellos que se identificaron con el club hidalguense, un años y un mes antes de que falleciera en una cama del Hospital Médica Sur.
“Ha llegado el momento de decir adiós. Aquí construí una gran familia, si volviera a nacer me llamaría Miguel Calero, sería portero y defendería los colores del Pachuca”, dijo en vida el naturalizado mexicano. Lo que pasó después, sin duda causó mayor dolor.
Calero sigue ‘vivo’
El cuerpo de Miguel Calero expiró, pero no así sus órganos. La voluntad del ex portero del Pachuca dará la oportunidad de vida a otras personas que luchan por tenerla y por ello la familia del colombiano acatará sus órdenes para ceder sus más elementos.
Tras el fatal deceso del ‘Cóndor’ víctima de una trombosis cerebral, la donación podría beneficiar a más de una persona, toda vez que los estudios de función hepática practicados previamente arrojen la viabilidad de la intención.
Como si profesionalismo, carrera y entrega como ser humano no hubieran sido suficientes en Miguel Calero, ahora que sus familiares encuentren la alternativa de ayudar a otras personas que lo necesiten, su última obra se habría logrado.