Cuando cayó el comunismo en la Unión Soviética el futbol también perdió la majestuosidad que logró en los mundiales que se presentaron y cada nación independiente ha batallado para destacar, como Rusia.
Como anfitriones, los rusos debutaron ayer con la obligación de ganar ante su público y, principalmente, ante el presidente Vladimir Putin, quien estuvo acompañado del rey árabe. Y lo consiguieron, con un 5-0 sobre Arabia Saudita dieron un gran paso en sus aspiraciones de pasar a la siguiente fase.
Este represento apenas el tercer triunfo de Rusia en mundiales, pero esos escasos ganados han sido de forma contundente, el primero fue en Estados Unidos 1994, cuando aplastaron 6-1 a Camerún, el segundo fue un dominante 2-0 ante Túnez en 2002 y ahora sobre los árabes.
El de ayer fue el décimo juego de Rusia como nación independiente, en esos suma tres ganados, dos empatados y cinco derrotas y en ninguna de sus tres participaciones (1994, 2002 y 2014) ha calificado a Octavos de Final, por lo que esta goleada inaugural le da esperanzas a los aficionados rusos de jugarse el pase ante Uruguay o Egipto.
El partido inaugural no prometía mucho, luego de que Arabia y Rusia son los dos equipos con la clasificación más baja en la FIFA, pero los goles de Denis Cheryshev, Yuti Gazinski, Artem Dzyuvba y Alexandr Golovin le dieron la cuota de emoción.
La afición estalló con el golazo de Denis Cheryshev, el segundo en su cuenta, que significó el cuarto para Rusia, con un tiro de tres dedos.
El próximo compromiso de los anfitriones es el martes ante Egipto, en el duelo clave, ya que deberán cerrar con Uruguay, equipo que el miércoles intentará atascarse de goles con Arabia Saudita.