Pérdida olímpica
Si en 2008 conmovió al mundo cuando demostró lo que es el espíritu olímpico en la carrera de 200 metros, Samia Yusuf Omar lo volvió a hacer, pero ahora por una historia trágica.
La atleta somalí falleció en una pequeña embarcación que había tomado para llegar a Italia, donde planeaba seguir su vida y continuar practicando el deporte que le apasionaba.
Indigo StaffSi en 2008 conmovió al mundo cuando demostró lo que es el espíritu olímpico en la carrera de 200 metros, Samia Yusuf Omar lo volvió a hacer, pero ahora por una historia trágica.
La atleta somalí falleció en una pequeña embarcación que había tomado para llegar a Italia, donde planeaba seguir su vida y continuar practicando el deporte que le apasionaba.
El entrenador de Sami, Mustafa Abdelaziz, confirmó al “Corriere della Sera” que la atleta se embarcó este verano en una patera (balsa utilizada por inmigrantes) para intentar llegar a Italia y seguir su carrera deportiva ante la falta de fondos de su país.
Su madre, explicó Abdelaziz, vendió incluso un pequeño terreno para financiar su viaje y que pudiera así cumplir su sueño y tener una vida alejada de las guerras.
El mundo del deporte recuerda a la joven atleta cuando hace cuatro años en Beijing, compitió en la carrera de 200 metros, evento en el que fue ampliamente superada por sus rivales.
Mientras sus rivales ya habían concluído el heat eliminatorio, Samia continuó hasta concluir la carrera.
Ella llegó a la meta con 10 segundos de restraso respecto al resto de las atletas, mientras los aficionados le brindaban una gran ovación por el esfuerzo realizado.
“Los supervivientes de ese viaje comunicaron la lista de las personas que habían fallecido durante la travesía y allí estaba su nombre (…). Nos quedamos helados. Sabíamos que el viaje hacia Occidente es peligroso, pero no nos podíamos imaginar que ella sería una de sus víctimas”, agregó Abdelaziz.
“Ha sido una experiencia bellísima, he portado la bandera de mi país, he desfilado con miles de atletas del mundo”, expresó Samia tras haber participado en los Juegos de 2008.
Su compatriota, el mediofondista Abdi Bile, oro en los mil 500 metros en el Mundial de atletismo de Roma, en 1987, fue el encargado de contar a la prensa durante una reunión del Comité Olímpico Nacional de Somalia, qué había sido de aquella chica de 17 años que conmovió al público del Estadio Olímpico de Beijing y quien murió en busca de una vida mejor.