La muerte de Pelé, a los 82 años de edad, derivado de una larga batalla contra el cáncer de colon, ha hecho que varias anécdotas sobre “El Rey” sean recordadas, como las que vivió en México y el amor que la gente le demostraba en cada una de sus visitas. Precisamente, fue después del Mundial de México 1970 cuando quedó una estampa del exjugador brasileño vestido de charro.
Meses después de su consagración en el Estadio Azteca, Edson Arantes do Nascimento volvió a la capital del país para un evento, por lo que Samuel Morales fue el encargado de confeccionar dicho atuendo. Sin embargo, ante la apretada agenda de “O Rei”, el sastre debía ir al aeropuerto para que al arribo del brasileño, le pudiera tomar medidas y realizarlo.
No obstante, la noticia de que Pelé llegaría a la Ciudad de México corrió pronto y entre los medios de comunicación reunidos y los fans, resultaría imposible que Morales pudiera tener un momento con el tres veces campeón del mundo. Por lo tanto, su idea fue irse metiendo entre la gente hasta quedar en frente de todos y poder observar al que consideran el mejor jugador de la historia.
Traje a “ojo de buen cubero”
En cuanto arribó a la terminal para tomar el transporte que llevaría a Pelé al hotel, Samuel Morales lo observó detenidamente y realizó algunos apuntes en su libreta, para luego dirigirse a su taller y comenzar a trabajar. El día del evento llegó el sastre llegó al hotel donde estaba “El Rey” y le entregó el traje de charro a su representante.
Tras unos minutos, el brasileño salió con la indumentaria puesta y sorprendido comentó en qué momento le había tomado medidas, pues el traje había quedado a la perfección, a lo que Don Samuel aseguró “Lo hice como decimos los mexicanos: ‘a ojo de buen cubero’“. De tal forma que Edson Arantes quedó maravillado y luego se tomaron una fotografía juntos que quedó enmarcada para la posteridad.
