Para Carolina Mendoza El Segundo salto es mejor
En Londres 2012, el nombre de Carolina Mendoza llamó la atención en la delegación mexicana, ya que una adolescente de 15 años hacía su debut en unos Juegos Olímpicos. Las expectativas eran altas, en ese momento era considerada como una gran promesa en dicha competición. Sin embargo, su participación no fue la esperada: terminó en […]
Manuel CuéllarEn Londres 2012, el nombre de Carolina Mendoza llamó la atención en la delegación mexicana, ya que una adolescente de 15 años hacía su debut en unos Juegos Olímpicos. Las expectativas eran altas, en ese momento era considerada como una gran promesa en dicha competición.
Sin embargo, su participación no fue la esperada: terminó en el sitio 21 de la ronda preliminar en la plataforma de 10 metros, resultado que la dejó completamente alejada de las medallas.. Esto marcó a la clavadista y después de Londres, acepta, su carrera entró en el “limbo. No sabía que quería”.
Y es que en Londres, la presión la hizo dudar de todo.
“Un mes antes de Juegos Olímpicos ya no quería competir. Fue mucha presión, mucho estrés. No me permitía fallar y la verdad es que llegué muy lastimada de un hombro. Fue una experiencia muy dura. Todo mundo me colgaba la medalla. Familia, amigos, medios de comunicación.
“Entonces sí, fue una etapa complicada. No sabía manejarlo. Me estresé muchísimo. Regresando, me retiré como dos meses porque no quería saber absoluta- mente nada de clavados”, relata la atleta en entrevista con Reporte Índigo.
Tras ese tropiezo, ese pequeño descanso, Carolina Mendoza regresó a las actividades, pero recordó que lo hacía sin un objetivo claro, por lo que dejó escapar la oportunidad para ir a los Juegos Olímpicos de Río 2016. “Tuve una época medio oscura poco antes de Río”, acepta Carolina Mendoza.
Sin embargo, tras esa mala de- cisión, se dio cuenta que volvían sus deseos de volver a unos Juegos Olímpicos y que tenía que tomar revancha de lo que sucedió en 2012, algo que puede suceder en Tokio 2020.
“Siempre estuve consciente de que yo podía volver a estar en Olímpicos. Mucha gente me decía: ‘es que tienes todo para llegar, es que tienes mucho talento’. La verdad todos lo sabían menos yo. Entonces fue como decir solamente tengo que cambiar mi mentalidad, que me costó mucho trabajo y que a la fecha es un trabajo constante.
“Además, estoy consciente de que nada dura, entonces trato de disfrutar ahora mucho lo que hago porque sé que en cualquier momento va a acabar y quiero dejar lo mejor de mí en el deporte a las nuevas generaciones que vienen”, dijo.
