El futbol italiano es así, como su gente que habla manoteando, que discute y provoca. Son gritones, gesticuladores, alegres, amantes de la música, presumen de muy valientes y machos, pero en el fondo los sentimientos afloran y hasta lloran con ternura a la más mínima emoción. El futbol italiano saca esa pasión y emoción para calificar siempre con la angustia del mínimo indispensable.
Iker mete a España
Alfredo Domínguez Muro