Ya era sospechoso que el empresario Carlos Slim se mostrara complacido con la reforma de telecomunicaciones que se presentó hace una semana.
Y es que pese a que aparentemente perdería fuerza en la telefonía, podría ganar mucho más en la televisión, sobre todo al poder contar con un viejo y poderoso amigo global que comparte su visión: Rupert Murdoch.
En la reforma se consideraba eliminar el límite a la inversión extranjera en empresas de telecomunicaciones y comunicación vía satélite, que anteriormente estaba en un 49 por ciento.
Rocío Cepeda