Una y otra vez siguen retumbando esas palabras en su mente. “El Tec no pesa”. Lo dijo y se tuvo que tragar el orgullo, pues tanto le ha pesado preparar al América para medirse al Monterrey, que una vez más Miguel Herrera se enfrentarán a su duro pasado.

El mejor sembrado de las Semifinales visita esta noche la cancha del Estadio Tecnológico, buscando pegar primero para tomar ventaja del tan comentando gol de visitante, que más que solo aumentar el resultado, golpea psicológicamente al contrario en desventaja.

A sus 23 años, Javier Aquino abandonó su México natal para enrolarse en la aventura europea, y aterrizó en una pequeña ciudad de no más de 40 mil habitantes llamada Villarreal. Muchas fueron las voces críticas por abandonar Cruz Azul con un gran futuro y aterrizar en un equipo de segunda división, pero él hizo caso omiso a estas críticas, pues esperaba ser una pieza clave para su nuevo club.

Llegado en el invierno, Javier ha revolucionado al equipo, y gracias a su rápida adaptación y buen juego, ha llevado al cuadro amarillo a luchar por el ascenso. 

Más allá de representar la confrontación deportiva de dos clubes de la Liga MX, en donde de forma clara Monterrey ha establecido una paternidad sobre Tigres, el Clásico Regio ha desvelado en sus últimas ediciones que el espectáculo como tal está muriendo.

Sus seguidores, que tardan horas y a veces hasta días formados en la taquilla para comprar un boleto, son el color y punto a parte de lo majestuoso que cada temporada se vuelve el derbi en la Sultana del Norte, pero en cuanto a lo futbolístico estos equipos ya le deben mucho a su afición.

Memorias de oro

A un costado de la historia, así rueda Esteban Gutiérrez como novato de F1, quien en el Gran Premio de España se lució con la vuelta más rápida en la carrera, metiendo presión a quienes lo siguen viendo como novato.

“Guti” fue undécimo en la competencia en Montmeló, sin embargo entró a los anales por convertirse en el segundo volante más joven del Gran Circo al realizar el giro más veloz de la carrera.