En el transcurso de una temporada, Tyler Clippard tiene que estar listo casi todos los juegos por si suena el teléfono del bullpen y al otro extremo de la línea dicen su nombre.
Una noche, el relevista de los Nacionales de Washington y sus compañeros podrían estar empacando en Denver, y a las 3 de la tarde del día siguiente estar en Cleveland.
Alrededor de la cuarta entrada en la mayoría de los juegos, Clippard se toma un Red Bull o un 5-Hour Energy shot.
Indigo Staff