La defensa de la Selección Mexicana tendrán dos dilemas por resolver en el Mundial: detener delanteras y contener sus emociones.
Plausible que durante los 90 minutos en la cancha, jugadores como Jesús Corona, Rafael Márquez, Francisco Rodríguez, junto a su entrenador Miguel Herrera, sientan correr la sangre por sus venas para defender los colores. Pero cruzar la línea delgada de la agresividad será un detalle importante a cuidar.
Rocío Cepeda