Los torneos cortos son un arma de doble filo para los entrenadores del futbol mexicano, sobre todo cuando los resultados deben ser rápidos y efectivos o la presión llega a concretar su despido.
Así lo dicen los números rumbo al Clausura 2016, donde la cuenta de timoneles con más de un año de antigüedad en sus equipos no rebasa ni el 17 por ciento del total contratado.
Es decir, apenas tres estrategas de la Primera División presumen de tener el respaldo de sus directivos. El campeón Ricardo Ferretti con Tigres, José Saturnino Cardozo con Toluca, y Guillermo Vázquez con Pumas.
Rocío Cepeda