Sergio Ramos, siempre Ramos.
Cuando el Real Madrid la pasaba mal y el Nápoles estuvo a un solo gol de cambiar el rumbo de la eliminatoria, apareció el capitán de los Merengues para salvar a los suyos.
Como en Lisboa, Milán o en Barcelona, el playera “4” madridista aparece en los momentos más trascendentales y ayer en Nápoles fue la excepción, donde los blancos vencieron 3-1 y avanzaron a los Cuartos de Final de la Liga de Campeones de Europa con un global de 6-2.
El belga Dries Mertens puso a soñar al equipo local con la remontada, cuando hizo el 1-0 a los 24 minutos.
Juan Reyna Loa