Osmar Olvera, del ‘gracias, ya nada más falta mi beca’ al podio olímpico

Hace tres años, Osmar Olvera compartió con Reporte Índigo sus sensaciones sobre su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, celebrados en 2021 debido a la pandemia de COVID-19. En aquel entonces, dijo: “algún día le voy a ganar a los chinos”.

Ahora, volvió a verse las caras en una justa veraniega con los “gigantes de los clavados” y aunque se volvió a quedar corto en el trampolín individual de 3m, es un hecho que va en el camino correcto para lograrlo.

Con el bronce y la plata conseguida, Osmar cumplió con creces los pronósticos que hizo sobre él Sports Illustrated, luego de que este llegó a París como medallista de bronce en el trampolín de 3 metros del pasado Mundial de Doha, celebrado en febrero pasado.

Asimismo, en abril, también consiguió una presea argenta en la Súper Final de la Copa del Mundo que se realizó en abril pasado en Xi’an, China.

También, Olvera ya sabe lo que es ser subcampeón mundial de la categoría y de la especialidad de trampolín de 1 metro en la cita del orbe de Fukuoka, en 2023.

Ahora, ya es medallista olímpico… y por partida doble.

Dio cachetada con guante blanco a Ana Guevara

Con todo ello, se puede decir que la preparación para esta justa ha sido más que satisfactoria, pese a los problemas que tuvieron en el ciclo olímpico los representantes de deportes acuáticos, a quienes la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) les suspendió becas y apoyos.

“Fue una preparación muy buena, tuvimos poco más de dos meses para llegar en la mejor forma física y creo que lo logramos. Físicamente y mentalmente me siento muy bien  y en los clavados también”, declaró el domingo pasado antes de partir a la capital gala.

Eso sí, Osmar también alzó la voz cuando estaba en pleno el conflicto con Ana Gabriela Guevara, titular de Conade. Cuando se encumbró en Doha, el organismo le felicitó con un mensaje en redes sociales. Ante ello, le dio “cachetada con guante blanco”: “Gracias, nada más me hace falta la beca desde hace un año y estamos completos”.

Vale decir que Osmar no solo participará en la modalidad de 3 metros sincronizados junto con Juan Celaya, sino en individual.

“En sincronizado con Juan Celaya estuvimos todos los días manejando y puliendo para vernos más completos; en individual, igualmente pulimos pequeños detalles. Tuve las Copas del Mundo para ver qué tenía que mejorar y poner atención, así que nos enfocamos en eso para hacer la diferencia”, explicó.

En esta prueba, también había esperanzas debido a que en la Súper Copa de abril pasado se llevaron la plata. Hoy, la refrendaron en la justa veraniega.

El mismo sueño de la infancia

En Tokio 2021, su primera experiencia olímpica, Osmar terminó en la posición 14. Ahora, asegura que ha crecido física y mentalmente, pero hay algo que se mantiene: el deseo por superar a los representantes asiáticos, quienes acaparan el oro en los saltos ornamentales.

“Soy un Osmar Olvera totalmente diferente. Obviamente, he crecido mentalmente y físicamente, así que voy a llegar en mejor forma. He venido dando grandes resultados que también es fundamental, los jueces me conocen y saben que he estado peleando por estar en los primeros lugares y es importante eso.

“Siempre es la meta y el objetivo ganarle a los chinos porque son el rival a vencer. Es mi sueño desde que era chiquito: competirles y pararme al tú por tú“, agregó.

Este comenzó con Iván García y Germán Sánchez, otros mexicanos que subieron al podio olímpico. En entrevista con Reporte Índigo en 2021, Olvera recordó que cuando era niño vio cómo la dupla ganó  la medalla de plata en Londres 2012.

“Me emocionó cuando ganaron”, aseguró en aquel entonces Osmar, quien soñaba con ser referente de una nueva era de clavadistas en el país. El tiempo le ha dado la razón.

Del futbol americano a los clavados

El joven proviene de una familia donde se desayuna, come y cena futbol americano. Incluso él quiso practicarlo, pero la decisión de enfocarse en los clavados lo llevará nuevamente a participar en unos Juegos Olímpicos.

El clavadista es hijo de Sergio Olvera, exjugador de Águilas Blancas del IPN, quien respetó la decisión de su hijo para enfocarse en los clavados.

“A los 6-7 años, le dije a mi papá que quería jugar futbol americano, pero equipado. Fuimos a varios equipos y para esa edad no había esa modalidad. Luego, a los 8-9, me fui a entrenar clavados a Guadalajara y nunca más quise jugar. Mi papá siempre me apoyó en lo que quería hacer”, comentó Osmar en aquella entrevista con este medio.

Vale decir que Olvera es fan de los Bengals de Cincinnati, equipo de la NFL que disputó hace un par de años el Super Bowl LVI ante los Rams de Los Ángeles. Ahora, le toca a él buscar la gloria… y ya la consiguió.