Oficialmente ya son de TV Azteca

Si bien hubo quienes se opusieron y no estaban conformes con la idea, finalmente el Atlas de Guadalajara pasó a ser propiedad del Grupo Salinas, dueño de TV Azteca. 

Con 11 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones, se aprobó la venta de los Rojinegros, con lo que el grupo de Ricardo Salinas Pliego volvió a ser parte de la multipropiedad en el futbol mexicano, al también ser dueño del equipo Monarcas Morelia.

Si bien hubo quienes se opusieron y no estaban conformes con la idea, finalmente el Atlas de Guadalajara pasó a ser propiedad del Grupo Salinas, dueño de TV Azteca. 

Con 11 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones, se aprobó la venta de los Rojinegros, con lo que el grupo de Ricardo Salinas Pliego volvió a ser parte de la multipropiedad en el futbol mexicano, al también ser dueño del equipo Monarcas Morelia.

Eugenio Ruiz Orozco, presidente del cuadro tapatío, reconoció que la oferta de la televisora no era la mejor en el aspecto económico, pero sí era la que más tranquilidad y seguridad le daba a la institución.

“Tv Azteca deberá vender uno de los clubes que tienen (Monarcas o Atlas) antes del verano de 2016, al término del Clausura 2016, dos años antes del periodo acordado para tener un solo equipo”, dijo en conferencia de prensa Decio de María, presidente de la Liga MX.

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¿Coincidencia o destino?

En tan sólo dos días, el Atlas perdió a sus dos últimos sobrevivientes del campeonato de Liga ganado en 1951.

Ayer por la tarde falleció José “Chivo” Mercado, delantero de aquel mítico equipo quien dejó el plano terrenal apenas un día después de que falleciera Raúl “El Inglés” Córdoba, portero de la institución.

Mediante un comunicado compartido en sus redes sociales, los Rojinegros lamentaron el deceso del “Chivo”, de 89 años, quien falleció de causas naturales.

ATLAS El Bad Boy

Tiene la fama y no se echa a dormir. Tomás Boy posee la energía suficiente para dirigir un equipo y al mismo tiempo demostrar ese carácter que le hace rabiar contra quien o quienes lo hagan sentir agredido.

Como un gol en contra al minuto 90 de un partido casi ganado. Como una falta recibida dentro del área y sin sancionar. Algo similar al coraje que brota en las entrañas cuando se pierde el partido más importante de la temporada.