Ofensiva contra el CTE

Dos está preocupado, el CTE nunca más volverá a ser indiferente para nadie y a la causa contra este mal están sumándose esfuerzos.

Investigaciones, publicaciones, una película, pruebas médicas, retiro profesional y más donaciones de cerebros afectados por este padecimiento llamado Encefalopatía traumática crónica son parte de la historia que tiene en jaque al deporte profesional.

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
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jugadores de los Raiders de Oakland donarán su cerebro al morir
Tras la aceptación de Jeff Miller, vicepresidente de la NFL, del vínculo existente entre el futbol americano y la enfermedad cerebral degenerativa, las reacciones en cadena para combatir este padecimiento ha sido determinantes

Dos está preocupado, el CTE nunca más volverá a ser indiferente para nadie y a la causa contra este mal están sumándose esfuerzos.

Investigaciones, publicaciones, una película, pruebas médicas, retiro profesional y más donaciones de cerebros afectados por este padecimiento llamado Encefalopatía traumática crónica son parte de la historia que tiene en jaque al deporte profesional.

Tras la aceptación de Jeff Miller, vicepresidente de la NFL, del vínculo existente entre el futbol americano y la enfermedad cerebral degenerativa, las reacciones en cadena para combatir este padecimiento ha sido determinantes.

Primero fueron George Atkinson, George Buehler y Art Thoms, tres exjugadores profesionales de los Raiders de Oakland, quienes levantaron la mano para donar sus cerebros a la Fundación Concussion Legacy, en Boston, para su estudio.

Esto en un impulso por la preocupación de los constantes casos reconocidos de CTE en cerebros de exjugadores, presentados por el doctor nigeriano Bennet Omalu, y otros tantos descubiertos recientemente.

Se dice que la decisión de estos jugadores fue por su conmoción emocional al descubrirse que el legendario mariscal de campo de los Raiders, Ken Stabler, tenía esta enfermedad en fase tras al momento de su muerte.

Después, el pasado sábado, hubo otro caso de donación de cerebro para el estudio posterior. Se trata de Dale Earnhardt Jr, el piloto de NASCAR quien ha tomado la iniciativa de que se estudie su cabeza dado que también ha sufrido golpes.

El ganador de once premios de piloto más popular de la competición, así como de dos títulos Daytona 500, sufrió una conmoción cerebral en 2002. Diez años más tarde otras dos en un lapso de seis semanas en accidentes separados en el Kansas Speedway y Talladega.

Desde la divulgación de las conmociones cerebrales de Earnhardt, la NASCAR ha revisado su política sobre cómo los conductores se tratan cuando sufren una lesión en la cabeza.

La última noticia la ha dado el futbolista Husain Abdullah, de los Vikingos de Minnesota, quien ayer después de 7 años de jugar en la NFL, puso fin a su carrera profesional al anunciar su retiro.

“Hay numerosos factores decisivos en mi decisión, la salud, en lo personal es lo más importante. Sentado durante cinco semanas, y después de sufrir la quinta conmoción de mi carrera el año pasado, he tenido mucho qué meditar. Tener un cerebro sano será de vital importancia en el logro de estos objetivos”, escribió Abdullah en su cuenta de Instagram.

Su jubilación es lógica. Siente la necesidad de hacer algo frente a la declaratoria de guerra contra el CTE. La ciencia no puede avanzar sola y acciones como las del exjugador de NFL ayudan mucho.

Test revelador al alcance

Con una mayor conciencia sobre los peligros de golpes en la cabeza, los investigadores dicen que una prueba de sangre puede diagnosticar con más graves lesiones cerebrales traumáticas.

En un estudio publicado en Archives of Neurology, científicos informaron de un análisis de sangre que podría distinguir los casos más graves que requieran una evaluación adicional.

Dirigido por el Dr. Linda Papa, investigador del Centro Médico Regional de Orlando, los doctores se centraron en dos proteínas de la sangre que ya se han relacionado con una lesión cerebral. Papa y su equipo ampliaron en ese trabajo mediante el estudio de cómo los niveles de estas dos proteínas o biomarcadores, cambian inmediatamente después de un traumatismo craneal.

Se recogió sangre de 584 personas por lesiones relacionadas con el trauma. Alrededor de la mitad de ellos tenían lesiones relacionadas con el cerebro, y la otra mitad tenía otros traumas, incluyendo huesos rotos y lesiones en el pecho. Papa quería probar varias cosas acerca de la prueba de sangre, incluyendo si eran específicos para las lesiones cerebrales o si se cambia durante algún traumatismo en cualquier parte del cuerpo.

“No podemos usar estos análisis de sangre en un cien por ciento de los casos, pero probablemente en el ochenta por ciento de los casos en los que hay un signo de interrogación, un análisis de sangre podría ayudar definitivamente,” dijo ella.

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