El equipo de Coapa le tiene tomada la medida a los celestes en Finales. De cinco, les ha ganado cuatro. Foto: Especial

Ódialo otra vez, América ¡Bicampeón!

Las Águilas se consagraron en el Clausura 2024 gracias a un penalti controversial, el cual, será el argumento de los ‘antis’ para denostar la ‘15’. Malagón se erigió como el gran héroe azulcrema

La historia se repitió. Como aquel 26 de mayo de 2013, Tláloc se hizo presente. La lluvia que cayó sobre la Ciudad de México fue un testigo más de la quinta Final entre Cruz Azul y América y, como hace 11 años, la gloria fue del lado azulcrema, pero esta vez apelando a una de sus grandes “características”: la polémica.

Así es, la “15” de las Águilas dista de ser memorable para los amantes de las grandes historias y dramas dentro del terreno de juego. El Bicampeonato de los de Coapa fue producto de un penalti muy controversial cometido a Israel Reyes por parte de Carlos Rotondi y convertido por Henry Martín.

Sí, cuando se hable de este “Bi”, dicha marcación será lo que más se cuente y discuta; sin embargo, habrá quienes no olviden la gran actuación del portero Luis Ángel Malagón, quien tuvo tres intervenciones heroicas, la última de ellas providencial cuando ya se cantaba el gol del empate.

Así es, de nueva cuenta un portero americanista le quitó la gloria a los celestes. Malagón fue el “Moisés Muñoz” de esta Final, pero no anotando un gol, sino evitando más de uno y permitiéndole a las Águilas ampliar su hegemonía como los mandones del futbol mexicano.

Sin embargo, los de Coapa, otra vez, estuvieron lejos de su mejor versión, pero pese a ello les bastó para un título más y alejarse por tres a su más cercano perseguidor, Chivas, que tiene 12.

El duelo comenzó más tarde de lo programado, debido a una tormenta eléctrica. Finalmente, alrededor de las 19:40 horas llegó el silbatazo y poco a poco Cruz Azul demostró más hambre por llevarse su décima corona.

Lo anterior, con dos remates de cabeza de Uriel Antuna (16’) y Ángel Sepúlveda (23’) dentro del área americanista, los cuales, fueron repelidos de gran manera por Malagón, quien está convertido en el mejor guardameta de México.

Los dirigidos por Martín Anselmi, un periodista convertido en entrenador de futbol, se veían más confiados y asentados en la cancha del Estadio Azteca. Al minuto 40, Nacho Rivero tuvo otra oportunidad muy clara cuando llegó de frente al arco, pero su remate lo mandó “a las nubes”.

Fue en ese momento que la afición azulcrema se “acordó” de alentar a los dirigidos por André Jardine, a quienes lo mejor que les pudo haber pasado fue que terminara la primera mitad, mientras que Cruz Azul no capitalizó y al final lo pagó muy caro.

Previo al juego de Vuelta, tras el 1-1 en la Ida, el técnico brasileño había destacado la fuerza mental que les había permitido empatar.

“Fue una demostración de fuerza, porque nos fuimos abajo en una acción fortuita, pero entendemos que así es el futbol y reaccionamos al golpe anímico; mostramos la madurez y experiencia del porqué fuimos campeones el torneo pasado y porqué llegamos a esta Final”.

Y apareció la polémica

Para el segundo tiempo, el campeón no despertaba de su letargo, lo cual fue aprovechado por La Máquina, quien siguió atacando y antes de los 60 minutos ya había anotado por conducto de Lorenzo Faravelli; sin embargo, el gol se invalidó por un supuesto fuera de lugar de Uriel Antuna. Jugada polémica, sin duda.

Y al minuto 71, llegó la acción que cambió el juego y que para algunos ha manchado este Bicampeonato, luego de que Carlos Rotondi se barrió en el área y derribó a Israel Reyes. El árbitro Marco Antonio Ortiz decretó el penalti.

Fue una jugada tan cerrada la que decidió el torneo que el VAR no se pronunció y el árbitro refrendó la pena máxima en el 78’, cuando el delantero yucateco convirtió de manera admirable.

Así, comenzaban los fantasmas de otra Final perdida para el equipo de La Noria, cuyos aficionados se quejarán, se sentirán “robados”, pero deberán hacer una autocrítica y admitir que su equipo tuvo las oportunidades para llevarse el título.

La última de ellas llegó al minuto 92 cuando Rodrigo Huescas tuvo el empate en sus botines y otra vez Malagón, el héroe del partido, se quedó con el disparo del joven.

Los minutos transcurrieron y se hizo oficial: América derrotó a Cruz Azul por cuarta ocasión en una Final y sigue sin perder ante su rival citadino en una disputa por el título desde la temporada 1971-72.

Por ello, hoy la llamada “nación celeste” amanece triste, con rencor hacia los de Coapa, que mandan en el futbol mexicano. Le guste o no a millones de “antis”. Soporten al Bicampeón.

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