Noah Lyles tuvo que esperar unos segundos antes de poder celebrar su triunfo. Abrazado de su rival Kishane Thompson, el velocista estadounidense contempló las pantallas gigantes en el Stade de France y cuando se confirmó su triunfo en los 100 metros planos de los Juegos Olímpicos de París 2024 hizo erupción.
Lyles arrancó el número que estaba pegado en su pecho, lo mostró a las tribunas y comenzó a saltar emocionado. El festejo no era para menos porque ya es el hombre más rápido del planeta.
El estadounidense tuvo que realizar un cierre espectacular en los 10 metros finales y requirió estirar su cabeza para superar por cinco milésimas de segundos a Thompson, teniendo que esperar el final de fotografía.
Lyles, quien había pasado problemas en las rondas clasificatorias y no corrió en el carril central, marcó un tiempo de 9.79 (.784) segundos, mientras que Thompson se quedó con la plata al cronometrar 9.79 (.789). El estadounidense Fred Kerley se apoderó de la presea de bronce con 9.81.
Noah Lyles cumplió con su dominio en los 100 metros
“¡Se los dije que esto era mío!”, gritó. Lyles, de 27 años y medalla de bronce en los 200 metros en Tokio 2020, logró su primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.
Llegó a sus segundos Juegos Olímpicos como una de las grandes atracciones, especialmente luego de ganar tres medallas de oro en el Mundial de Budapest, donde culminó en lo más alto del podio en los 100 y 200 metros, además en el relevo 4×100.
En París buscará repetir ese triplete y además agregar una medalla más en el relevo 4×400 para emular los cuatro oros en una sola justa veraniega que logró Carl Lewis, quien ganó un cuarto oro en el salto largo, además de los 100, 200 y el relevo.
La siguiente prueba del estadounidense será a partir del lunes en las rondas clasificatorias de los 200, que es su especialidad.