Noah Lyles quien era el favorito para ganar los 200 metros, fue dejado atrás por el ganador de la prueba, el botsuano Letsile Tebogo. El estadounidense acabó saliendo en una silla de ruedas tras la Final en los Juegos Olímpicos París 2024. Poco después, y con una mascarilla al hablar con los reporteros, Lyles reveló que padecía COVID.
La estrella estadounidense se tiró de espaldas y mostró señas de dolor. Quedó tirado durante casi 30 segundos antes de reincorporarse, pidió agua y se acercó a la silla de ruedas.
“Es algo que definitivamente afectó mi rendimiento”, dijo el corredor.
También se llevó el bronce en Tokio hace tres años y ha dicho que las gradas vacías y el retraso de un año en realizar los Juegos provocaron una depresión que afectó su desempeño.
Lyles indicó que dio positivo el martes por la mañana y que de inmediato entró en cuarentena.
“Igual quería correr”, señaló. “Me dijeron que era posible”.
Cumplieron con la sanidad
La federación de atletismo de Estados Unidos divulgó un comunicado en el que indicó que ellos y el Comité Olímpico y Paraolímpico de Estados Unidos cumplieron con los protocolos sanitarios.
“Después de una amplia evaluación médica, Noah decidió competir esta noche”, indicó el comunicado de la federación. “Respetamos su decisión y continuaremos monitoreando su condición de cerca”.
Lyles vio esfumarse su ambición de completar el doblete 100-200 en París 2024..
En la final, Tebogo y el estadounidense Kenny Bednarek dejaron atrás a Lyles para llevarse las medalla de oro y plata, respectivamente.
Tebogo ganó de punta a punta al cronometrar 19.46 segundos, el cuarto tiempo más rápido en la historia.
Bednarek, quien también obtuvo la plata en Tokio, cerró con 19.62. Lyles, cuatro noches después de ganar ajustadamente los 100, cronometró 19.70 en la curva.