No hay quinta mala

Si bien el oro se llegó a acariciar, la plata en un campeonato Mundial donde solo asisten los mejores del mundo, también es algo que merezca reconocerse.

Fue René Lizárraga quien ayer cerró la cosecha de preseas para nuestro país en el torneo que se realizó en Puebla, y donde el taekwondoín azteca dio muestras de que se siguen produciendo representantes de calidad en este deporte.

El mexicano le dio la quinta medalla a la delegación de nuestro país tras perder la Final de la categoría de menos de 80 kilogramos, ante el alemán Tahir Guelec.

Lizárraga llegó hasta esta instancia luego de haber dejado en el camino al estadounidense y cinco veces campeón del mundo, Steven López, quien volvía a aparecer como favorito para quedarse con el metal dorado, esta victoria le dio mucha confianza para encarar las Semifinales al mexicano.

En la antesala a la Final, René se midió al español Nicolás García, a quien superó 6-5 en un emocionante combate.  

En la pelea por el oro, Lizárraga tuvo que remontar un marcador adverso de 1-0 desde el primer round. El alemán fue uno de los oponentes más difíciles y no le permitió a René desarrollar su plan de pelea.

Con el apoyo del público poblano, el azteca salió con mayor decisión al segundo round, donde logró marcar cuatro puntos, pero Guelec demostró una vez más su calidad. 

Luego de un problema con el peto del mexicano cortó el ritmo del combate y el europeo recuperó rápidamente la concentración.

Así en el tercer asalto Guelec tomó una vez más la ventaja y ya no la soltó, para terminar el combate 8-7 en su favor.

Lizárraga, originario de Sonora, abandonó el tatami decepcionado, pero cobijado por el apoyo del público que le reconoció la histórica presea plateada para nuestro país en este deporte.

Con esta última presea, la delegación de nuestro país, que participó en las 16 categorías del Mundial: ocho en la rama femenina y ocho en la masculina, cerró el campeonato con el oro conquistado por Uriel Adriano, las platas de Briseida Acosta, Abel Mendoza y René Lizárraga, y el bronce de Damián Villa.

Con esta actuación, la esperanza de mejores resultados en Juegos Olímpicos sigue viva.