El mundo en alta tensión

El tercer Mundial de la historia quedó marcado porque Europa ya estaba a punto de estallar previo a la ‘Gran Guerra’, e Italia ganó el bicampeonato impulsada por una sutil amenaza de Benito Mussolini
Manuel Sebreros Manuel Sebreros Publicado el
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Adolfo Hitler y Benito Mussolini estaban a punto de hacer arder Europa cuando se llevó a cabo la tercera Copa del Mundo, en Francia, que tuvo como ganador a la selección de Italia que en la Final recibió un ‘amable’ anuncio del ‘Duce’: “Victoria o muerte”.

Además de lo revolucionado que estaba el Viejo Continente, en el futbol también las naciones tenían pleitos. América en su mayoría renunció a acudir a Francia porque Argentina quería organizar el Mundial, pero sólo Brasil y Cuba aprovecharon su clasificación, además de Indonesia, fueron los países ajenos a Europa.

Y no sólo Mussolini dio muestras de su filosofía dictatorial al amenazar a sus propios jugadores con matarlos si no ganaban el torneo; la Alemania nazi se anexó, días antes de la inauguración, a Austria y la selección de este país ya no pudo participar.

Hace 80 años, Brasil ya mostraba su poderío a través del delantero Leónidas; sin embargo, Italia y Hungría fueron los finalistas, pero la ‘Verdeamarela’ dejó los antecedentes de su Mundial, 12 años después, ya que la Guerra Mundial privó de futbol en la década de los 40.

“Nunca en mi vida me sentí tan feliz por haber perdido. Con los cuatro goles que me hicieron, salvé la vida a once seres humanos”
Antal Szaboportero de Hungría
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