Mucho ‘ruido’ en la Selección Mexicana

Diego Cocca lo sabía. En su presentación como técnico nacional en casa, era vital sacar un triunfo ante Jamaica, un rival “a modo”, para comenzar a restaurar una relación desgastada. Ello no ocurrió y el Estadio Azteca se convirtió en una fábrica de abucheos que pone de manifiesto el “ruido” que hay alrededor de la Selección Mexicana, el producto estrella del futbol mexicano.

Con este resultado, México terminó con ocho puntos en la cima del Grupo A para meterse a la ronda de cuatro finalistas que disputarán el título en Las Vegas, en junio próximo.

Eso no importó a una afición que sigue sin perdonar el fracaso del Mundial de Qatar 2022 y no encontró mejor ocasión para mandar el mensaje que el pasado domingo, en el partido donde los 11 titulares utilizados por el DT estuvieron en dicho certamen.

Si el objetivo era “hacer las paces” con esos futbolistas, pues ocurrió totalmente lo contrario. Guillermo Ochoa y Raúl Jiménez (que entró de cambio) fueron abucheados, al igual que Diego Lainez, un jugador que si bien no fue a la pasada Copa del Mundo, es visto como alguien que no tiene los méritos para estar en la selección.

En contraparte, en el duelo con Surinam, el cual se jugó de visita en Paramaribo el jueves 23 de marzo, Cocca utilizó a jugadores más jóvenes, incluido Santiago Giménez, delantero que vive un gran momento con el Feyenoord, y cuya ausencia en Qatar 2022 causó descontento entre la afición. Al final, el equipo ganó, también de manera sufrida, por 0-2.

El domingo pasado, el nombre de “Santi” retumbó en las gradas, pero Cocca optó por no utilizarlo. Así se le puso más “leña al fuego”.

‘Abuchear no es delito’

“El futbol soccer como deporte profesional pertenece a la industria del espectáculo y el público que paga su localidad tiene todo el derecho a exigir calidad por el producto que consume”, afirma Héctor Quispe, Analista consultor en Negocios y Deporte con la óptica en el fan y columnista del espacio semanal Fan Pro en Reporte Índigo, desde septiembre de 2020.

“Muchas veces, el problema no es la exigencia del fan, sino la forma. En este caso específico, es una respuesta de la gente a una actuación muy pobre de la Selección Mexicana (…) otra cosa son los insultos, las agresiones verbales o físicas. Abuchear no es un delito”, añade.

El abucheo no fue bien recibido por Hirving Lozano, quien pidió el apoyo para el equipo y culpó a los medios de comunicación del “divorcio” con la afición.

“Solo le pido a la afición que nos apoye a cada uno de los jugadores que está aquí porque se rompen la madre y siempre quieren estar aquí”, declaró “Chucky” a la cadena TUDN al terminar el juego.

Estas declaraciones, afirma Quispe, quien tiene una MBA en dirección y gestión de entidades deportivas por la Escuela de Estudios Universitarios del Real Madrid (adscrita a la Universidad Europea de Madrid), solo reflejan la falta de autocrítica y “de quien no entiende la lógica del negocio del cual forma parte.

“Para nadie es fácil asumir una responsabilidad y una crítica. Estos señores no son aficionados que juegan un partidito en el barrio. Son deportistas profesionales que en este caso realizan un trabajo que no corresponde a la expectativa del público.

“Lo que debe hacer una persona pública, es primero que todo, respetar la expresión de los fans y nunca desafiarlos… En el caso de los medios, son solo eso, intermediarios de expresiones. En la actualidad, no solo los ensanchan las críticas. Es el propio público que se desahoga directamente en redes sociales”.

Ve el vaso medio lleno

Al parecer, el aficionado mexicano al futbol llegó al límite, porque a pesar de ser el deporte número uno en México, el que tiene mayor difusión, que cuenta con más patrocinadores e ingresos, los buenos resultados son a cuentagotas.

Sin comparar con otros representativos nacionales de conjunto, la Selección Mexicana nunca ha superado la barrera de los Cuartos de Final de un Mundial mayor de la especialidad y sus mayores logros son una Copa Confederaciones, dos Mundiales Sub-17, así como una medalla de oro y bronce en Juegos Olímpicos.

Ante tanta presión, Cocca aún está tranquilo.

“Hay mucho por mejorar y esto (la actual situación del equipo) tiene algo de bueno y algo de malo. Es malo porque no estamos al nivel que queremos, pero lo bueno es que trabajando y convenciendo a los jugadores, tenemos una selección que tiene mucho crecimiento por delante y vamos por ese camino”, dijo.