Marco Verde subió al cuadrilátero con una medalla ya colgada al cuello. Al final, no pudo cambiar la plata por el oro, y no es porque no lo haya intentado. Lo dio todo, pero en el deporte, se gana y se pierde.
Así lo entendió el de Mazatlán, quien cayó ante el uzbeko Asadkhuja Muydinkhujuaev, quien se mostró muy escurridizo y dio los golpes más certeros. Marco sabía que su rival sería tan complicado como la pronunciación de su apellido, pero siempre fue hacia adelante. Al menos le queda esa satisfacción.
🇲🇽🗣️ | El subcampeón olímpico Marco Verde 🥊, asegura que subir a lo más alto del podio era el broche de oro para cerrar su ciclo olímpico como campeón absoluto; sin embargo, se despide contento de los #JuegosOlímpicos #Paris2024 con el resultado obtenido. pic.twitter.com/KWXnPuK073
— CONADE (@CONADE) August 9, 2024
“Me siento bien, la estrategia fue buena, pero sabía que la pelea iba a ser difícil y eso fue lo que sucedió. Respeto a mi rival y me ganó bien”, declaró Verde, quien se declaró “orgulloso” de devolver a México a los primeros planos del boxeo en Juegos Olímpicos.
“Sabíamos que así iba a ser y si me desesperaba iba a ser peor… La medalla me sabe a muchísimo”, declaró el primer medallista para el pugilismo mexicano en Juegos Olímpicos desde que Misael Rodríguez se colgó el bronce en Río 2016.
“Traté de calmarme y ser más rápido y puntear, pero al final ya fui por él”.
Los primeros dos rounds, el uzbeko corrió… y pegó
Verde remontó dos veces en su camino a la Final de los medianos. Este viernes no pudo repetir el truco una vez más y cayó 5-0 ante un Muydinkhujuaev que pocas veces propuso combate y muchas más lo eludió.
El zurdo de 23 años hizo su pelea. Se mantuvo a la larga distancia y en reversa constante. Aprovechó su largo alcance para marcar los golpes suficientes y convencer a los jueces en los dos primeros asaltos.
Fue hasta que la réferi alemana Susann Kopke conminó al uzbeko a hacer pelea en el tercer asalto que se presentaron algunos intercambios de golpes. Demasiado tarde para que Verde firmara una nueva remontada.
“Creo que el primer round no sentí que fuera 5-0, pero al final así son los jueces”, dijo el originario del puerto de Mazatlán. “El segundo sí sentí que lo perdí y el tercero ahí salí a dar todo. No me voy con mal sabor de boca, él ganó y respeto eso”.
Marco Verde le dio a México su quinta medalla de estos Juegos Olímpicos y la tercera de plata, después de las obtenidas por la judoca Prisca Awiti y la dupla de Osmar Olvera y Juan Celaya en la prueba de clavados sincronizados desde el trampolín de tres metros.
El boxeo mexicano no ascendía a estas alturas del podio desde Los Ángeles en 1984, cuando Héctor López, en peso Gallo, se colgó la plata.
En su camino al podio, Verde también redimió la historia familiar. Su padre Manuel, sólo subió una vez al cuadrilátero olímpico en Barcelona 1992, quedando eliminado en primera ronda.