Kylian Mbappé firmó un triplete en la Final de una Copa del Mundo, fue el máximo goleador y se confirmó como la figura llamada a dominar la era post Lionel Messi… pero no pudo levantar el título de Bicampeón.
Al cabo de tres extenuantes horas en el estadio Lusail, Mbappé recibió en la cancha el consuelo del presidente francés Emmanuel Macron, quien bajó para la ceremonia de premiación.
Tu peux garder la tête haute…
Tu nous auras fait vibrer. On est fiers de toi 💙#ARGFRA | #FiersdetreBleus pic.twitter.com/jQWHrCT1cE
— Equipe de France ⭐⭐ (@equipedefrance) December 18, 2022
“Donatello” salió al rescate de Francia dos veces en el partido.
La primera fue cuando apenas quedaban 10 minutos por disputarse en el tiempo regular para los campeones defensores, abajo 2-0 en el marcador. Hasta entonces, el atacante había estado prácticamente desaparecido.
Pero sus dos goles en menos de 97 segundos, un penalti a los 80 minutos y una volea desde el costado izquierdo a los 81, resucitaron a la selección francesa que buscaba revalidar su título en Rusia 2018 y forzaron la prórroga.
Otro penalti suyo, convertido a los 118 minutos, niveló el trepidante duelo luego que Messi había restablecido a la ventaja para Argentina con su segundo gol de la noche.
El ‘hat-trick’ de Mbappé fue apenas el segundo en una Final mundialista y el primero desde que el inglés Geoff Hurst lo consiguiera en 1966.
Se marcha de Qatar con la Bota de Oro al máximo anotador con ocho goles. A su corta edad, quedó a un tanto de igualar al mítico Pelé con 12 dianas en los Mundiales.
Pero Mbappé no pudo emular el doblete de títulos del ícono brasileño. Ambos astros eran adolescentes cuando ganaron su primero, Pelé en 1958 y él en 2018.
Aunque Kylian tomó la responsabilidad de ejecutar el primer lanzamiento de la tanda de penaltis y lo transformó, Francia sucumbió 4-2. Argentina, con Messi de primero, convirtió los cuatro que disparó.
Cuando el argentino Gonzalo Montiel se acercó a cobrar el penalti decisivo, Mbappé se agachó desde el círculo central. Se fue caminando solo mientras los argentinos celebraban.
El técnico francés Didier Deschamps se le acercó para consolarle. Pero Mbappé se fue directo a la banca y estiró las piernas, llevándose la casaca de azul oscuro sobre el rostro para tapar sus emociones.
