Mauricio Pochettino manifestó su orgullo de ser el primer argentino — y latinoamericano — que toma las riendas de los Estados Unidos, una de las tres naciones que en menos de dos años albergarán la Copa del Mundo.
“El técnico argentino tiene un valor por cómo vive el fútbol, por nuestro carácter, por nuestra pasión”, dijo Pochettino en una rueda de prensa el viernes en la que fue presentado para dirigir al equipo nacional hasta el Mundial de 2026. “El fútbol es un contexto de emociones y quién mejor que un argentino para trasladar esa emoción”.
Y Pochettino abrió su ciclo señalando que los jugadores de la selección masculina deben aspirar a emular los logros de su par femenina.
“Estamos aquí porque queremos ganar”, indicó el otrora entrenador de Tottenham, Chelsea y París Saint-Germain. “Tenemos muchos ejemplos a nuestro alrededor que debemos seguir”.
Mientras que los hombres disputaron por última vez los cuartos de final del Mundial en 2002 y nunca se han consagrado en el máximo torneo de fútbol, las mujeres suman cuatro títulos de la Copa del Mundo y cinco oros olímpicos.
“Necesitamos creer que podemos ganar el Mundial”, señaló al pronunciarse en inglés en la sala de proyecciones Warner Bros. Discovery del nuevo barrio de Hudson Yards, el masivo complejo inmobiliario en el extremo oeste de la isla de Manhattan.
El argentino de 52 años dirigirá a una selección por primera vez — el décimo timonel de Estados Unidos en 14 años. También es el primer extranjero desde que el alemán Jürgen Klinsmann estuvo al mando entre 2010 y 2016.
Pochettino fue contratado en reemplazo de Gregg Berhalter, quien cumplía su segunda etapa cuando fue despedido el 10 de julio, una semana después de que la anfitriona Estados Unidos quedó fuera en la primera ronda de la Copa América.
¿Y qué motivó a Pochettino aceptar la oferta de una selección tras una trayectoria en clubes que empezó con Espanyol en el invierno boreal de 2009?
“Hay un potencial grandísimo aquí”, señaló. “Y está el desafío de llevar al equipo masculino a un nivel diferente… Esto es un desafío que nos saca de nuestra zona de confort. Para nosotros, lo fácil es elegir cosas que ya conocemos. Acá es entrar un poco a lo que uno no conoce, desafiarte a ti mismo”.
Pochettino llegó el miércoles a Estados Unidos, un día después de que se anunció el acuerdo y cenó con los socios de la selección.
Trae consigo a sus ayudantes de siempre: los auxiliares Jesús Pérez y Miguel d’Agostino, y el entrenador de arqueros Toni Jiménez. No descartó añadir en el futuro a un colaborador vinculado a la Federación de Estados Unidos (USSF).
Los dirigentes de la federación lograron financiar el salario de Pochettino, cuyo monto no ha sido divulgado, gracias a obsequios de acaudalados ejecutivos de un fondo de inversión y una firma de gestión de activos.
“La otra manera hubiera sido que aceptara trabajar por mucho menos”, bromeó Cindy Parlow Cone, la presidente de la USSF.
Con un saco oscuro, camisa blanca y pañuelo en la solapa, Pochettino compareció junto a Cone, el director ejecutivo de la USSF, JT Batson; y el director deportivo, Matt Crocker, quien conoce al argentino desde que coincidieron hace una década en el club inglés Southampton.
Emma Hayes, quien dirigió a Chelsea antes de asumir como entrenadora de la selección femenina este mismo año, participó en el reclutamiento de su excolega de club. El cortejo empezó en julio en Barcelona.
“No tuve la necesidad de preguntar, me lo explicó todo”, dijo Pochettino.
Hayes condujo su primer entrenamiento el 28 de mayo y, 74 días después, llevó a las estadounidenses al oro en los Juegos Olímpicos de París
“Bromeaba con Poch diciéndole que Emma apenas necesitó dos meses para ganar una medalla olímpica de oro, así que tengo la curiosidad de saber lo que hará en dos meses”, dijo Cone. “Queremos ponernos como norte ganar cada partidos que disputamos.
Una carrera europea
Pochettino estuvo al frente de Espanyol (2009-12), Southampton (2013-14), Tottenham (2014-19) y Chelsea (2023-24) en Inglaterra, así como el Paris Saint-Germain en Francia (2021-22), equipo que dejó tras ganar el título de liga.
Algunas voces aseguran que la actual camada de jugadores, con figuras como Christian Pulisic, Tim Weah o Tyler Adams, es la mejor que ha surgido en el país, Pochettino fue cauto al subrayar que se precisa de un mejor funcionamiento colectivo.
“Es una buena generación, jugadores talentos. Ahora mismo la confianza se ha desplomado con la Copa América”, comentó. “Vamos a competir y competir es algo totalmente diferente a jugar”.
Tiene 637 días antes del primer duelo de la Copa Mundial, el 12 de junio de 2026, en Inglewood, California. Sus primeros duelos serán dos amistosos ante Panamá el 12 de octubre en Austin, Texas y ante México tres días después.
Para pulir su visión, Pochettino si acaso dispondrán de ocho fechas FIFA antes del Mundial que Estados Unidos comparte con México y Canadá. La reciente Copa América dejó en evidencia su fragilidad en la defensa y problemas de temperamento durante los partidos.
“La evolución del fútbol en Estados Unidos es obvia. Hemos tenido la oportunidad de venir con clubes a jugar torneos de verano y palpamos como crece la afición y cómo los clubes están en pleno desarrollo”, destacó. “También la aportación de jugadores que han llegado a la liga hace que ese se desarrollo sea muy bueno. La llegada de Leo Messi ha dado un cimbronazo importante sobre cómo el mundo percibe a Estados Unidos. Puede ver que el talento existe, que hay 350 millones de personas que le gusta el fútbol, que el ‘soccer’ cada vez se siente más”.
Y Pochettino también quiere que los latinos en Estados Unidos se compenetren más con la selección: “Lo tomo como una responsabilidad, que 70 millones latinos apoyen, que sea un punto de conexión con el equipo nacional. Ver todos los campos estén llenos, que la gente se pelee por una entrada y encima ver a su equipo ganar”.