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Desilusionada por una mala jugada previo a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Adriana Jiménez se retiró de los clavados convencionales para, literalmente, escalar más alto, ya que una década después empezó su camino en los clavados de altura, en los que se ha afianzado como una maestra para las nuevas generaciones.
Con Jonathan Paredes como la figura masculina de esta disciplina, Adriana se abrió camino para ser la contraparte femenina y con una corta carrera lanzándose de las alturas, la mexicana logró ser un referente al ganar el Red Bull Cliff Diving Series en Azores, Portugal, en 2017.
Ella es la única mexicana en los clavados de altura, y aunque de momento entrena solo a los futuros valores juveniles varoniles, espera que pronto más mujeres se involucren en este deporte.
“Inicié a los ocho años en el ámbito acuático cuando de la natación mi mamá me pasó a hacer una prueba de clavados en la Alberca Olímpica Francisco Márquez, esa alberca fue mi casa”
“Hace cuatro años incursioné en este deporte de los clavados de altura y soy la única mujer que representa a México, por consecuencia no hay niñas, entonces entrenó con los niños. Ahorita uno de ellos está entrenando igual para representar a México, hemos estado compitiendo los cuatro años juntos y los demás se están preparando, son el futuro”, explica Jiménez a Reporte Índigo.
Entrenar solo con hombres lo ve como un punto a favor, esta ‘desventura’ le ha permitido forjarse un carácter estricto con ella y con sus alumnos, ya que al ser la maestra veterana debe dar el ejemplo con disciplina y entrega tanto en prácticas como en competencias.
“Soy un poco fuerte y estricta con ellos, son más chicos que yo, me respetan mucho y siempre toman mis consejos, fui maestra de alguno de ellos cuando eran más pequeños. Disfruto mucho estar con ellos, tienen mucha energía, muy buen ritmo de entrenamiento, y me ayuda mucho porque ellos no dudan, y eso me ayuda mucho a hacerlo de la misma manera porque no me quiero quedar atrás y si ellos quieren competir yo compito con ellos, eso me ha ayudado a fortalecerme”, menciona.
Altas carencias
Aunque Adriana Jiménez y Jonathan Paredes han obtenidos triunfos en los clavados de altura, uno de los problemas de quienes practican esta disciplina es la falta de infraestructura para desarrollarse.
“La instalación es importante porque si no tiras de allá arriba cómo te van a ver, como te vas a probar, cómo vas a mandar tus videos, cómo vas a llegar a una competencia si no sabes cómo hacer un clavado desde allá arriba, es completamente diferente, porque es otro mundo la entrada al agua, el impacto, la velocidad que agarras porque las competencias se hacen localidades naturales”..
Ansiosa por volver a competir
Alejada de las competencias internacionales por el momento, la clavadista mexicana reconoce sentirse ansiosa por volver a tirar desde las alturas, y en lo que llega el momento de regresar a la acción continúa su preparación en las fosas del Centro Nacional de Alto Rendimiento (CNAR).
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“He estado trabajando desde diciembre (de 2017), ha sido una preparación larga, algo tediosa porque nos movieron una competencia, iba ser en abril y nos la pasaron hasta octubre, entonces se alargó mucho esta temporada, pero finalmente ya vamos hacer el cambio de entrenamiento, y eso me emociona mucho, la verdad ya quiero irme”, afirma.
Competencias en las que ha participado
2017 Red Bull Cliff Diving Series Mundiales Femeninas en Azores (POR) (GANADORA)
2017 2a Campeonatos del Mundo FINA de High Diving
2015 2a Red Bull Cliff Diving Series Mundiales en San Miguel, Azores (POR)
2014 2a Red Bull Cliff Diving Sweries Mundiales Femeninas en Yucatán (MEX, wildcard)
2004 19a Copa del Mundo desde 10m y preolímpicos en Atenas (GRE), clasificándose para los Juegos Olímpicos de México
Deportista inquieta
El destino de Adriana estaba en el deporte, a los 4 años comenzó en el karate, como una medida de sus padres para bajarle las revoluciones a una niña a la que no encontraban la forma de ‘apagarle el switch’. “Inicié en el deporte a los 4 años en el karate, mi hermano fue mi mentor. Por consecuencia de la hiperactividad y del espacio tan reducido en casa, teníamos que aplicar algún método para cansarme”, relata.
