A pesar de estar distanciados por 11 mil 372 kilómetros, a México y Japón los une una peculiaridad: la tradición de la lucha libre. Aunque están en continentes diferentes, a ambas sociedades les gusta respetar su cultura y costumbres, presumiéndolas ante el mundo para marcar diferencia.
Ese hábito no sólo es dentro de la vida cotidiana de sus habitantes, ya que tanto a Japón como a México les gusta llevar esa costumbre en el deporte, principalmente en la lucha libre, disciplina en la que han formado una estrecha relación para impulsar su talento de forma recíproca.
“México y Japón comparten eso, tradición, porque para los mexicanos la lucha libre es cultura y para nosotros también, por eso hay tanta aceptación, hay respeto de los japoneses hacia cómo es que los mexicanos ven este deporte, que es una manera diferente a como lo ven los otros países”, explica Okumura, luchador del Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), en entrevista con Reporte Índigo.
Aún cuando esa similitud los une, el nacimiento de la lucha libre japonesa es diferente a la mexicana. Para los asiáticos este deporte tiene un sentimiento de victoria en su sociedad, al ser motivo de alegría después de haber perdido la Segunda Guerra Mundial ante Estados Unidos.
“En Japón surge después de que la Segunda Guerra Mundial termina. En ese entonces un luchador de sumo que fue muy famoso en Japón, llamado Rikidōzan, anunció su retiro y viajó a Estados Unidos, si no me equivoco a Hawái, y aprendió lo que es la lucha libre allá”, indica el ‘Tifón de Osaka’.
Aunque en ese momento la lucha libre era desconocida como deporte, para los japoneses saber que tenían un representante en Estados Unidos dando la cara por ellos los cautivó, por eso decidieron transmitir su lucha pese a la gran diferencia de horario.
“En ese entonces Japón estaba muy triste porque había perdido la Segunda Guerra Mundial, pero después de la guerra hubo una lucha entre un luchador americano y un japonés y la ganó el japonés y eso alegró mucho a la gente allá, tanto que se popularizó este deporte.
“Desde ese entonces hasta estos momentos, la lucha japonesa ha crecido mucho, tanto que podemos hablar de que en Japón hay 100 empresas de lucha libre, chicas, medianas, grandes, locales, internacionales, todo este deporte es un negocio allá y es muy bien aceptado por las personas”, agrega Okumura.
Los iniciadores de este deporte supieron evolucionar el mercado para la lucha libre, ya que se adaptaron a las nuevas tecnologías para que el arte de ‘las llaves y contrallaves’ llegara a la mayoría de las personas.
“Japón supo adaptar muy bien la lucha cuando llegó allá, porque no sólo buscó que sus empresas crecieran, sino que también estas empresas buscaron un contrato televisivo y eso ayudó a expandir sus dominios, pues había muchos programas dedicados a la lucha libre y eso te ayudaba a aprender, a conocer el deporte, a enamorarte de él”, comenta.
Lucha Libre Ayuda al cambio
Esa evolución que tuvo la lucha libre en el siglo pasado, fue un ejemplo para que Okumura lo llevara a la práctica, desde su llegada a México, las dos empresas más importantes a nivel mundial, New Japan Pro Wrestling y el CMLL, han tenido una relación laboral muy fructífera, donde se han creado eventos e intercambiado talentos para su crecimiento.
“Cuando Okumura se instala de lleno en México, que yo nunca lo pensé hacer porque sólo venía por un año y ya llevo 15, la relación de New Japan y el CMLL fortalecen sus relaciones, pues gracias a que había intercambios de luchadores por temporadas se pudo crear la Fantasticamanía, el primer evento más esperado del año, en la lucha libre, para los japoneses y siempre lo llenan”, comenta.