Son jóvenes, aguerridos y tienen algo en común: han puesto el nombre de México en alto… y van por más. En los últimos días, Julio Urías, Brandon Moreno y Patricio O’Ward se han erigido como las nuevas figuras del deporte profesional de este país.
Sin duda, sus actuaciones sobre el diamante, el octágono o la pista, los ha llevado a ser reconocidos no sólo en México, y alzan la mano para seguir los pasos de Fernando Valenzuela, Saúl “Canelo” Álvarez o Sergio Pérez.
El más “experimentado” de ellos es Julio Urías, quien a sus 24 años fue parte vital en los Playoffs de 2020 para que los Dodgers de Los Ángeles rompieran una sequía de 32 años y ganaran la Serie Mundial la campaña pasada.
Con un ponche, el originario de Culiacán fue el encargado de sellar el título de los angelinos. Se convirtió en el pitcher más joven en salvar un juego de Grandes Ligas desde 1981, en aquel “Clásico de Otoño” protagonizado por los Dodgers y Yankees, el cual vio consolidarse como figura a un joven llamado Fernando Valenzuela.
Así, Julio, se ganó el respeto de los aficionados y de los analistas tras un inicio irregular en su carrera en Las Mayores e incluso un problema de violencia doméstica que le valió una suspensión de 20 juegos en 2019.
Hoy, eso es historia y el mexicano, en este momento, es el lanzador con más victorias en la presente campaña junto con Aaron Civale de los Cleveland Indians, mientras que en los Dodgers le sigue Clayton Kershaw, con ocho.
Así, el zurdo está convertido en una figura de Grandes Ligas y a este ritmo podría alcanzar e incluso rebasar la marca de Valenzuela, quien tuvo 12 triunfos previo al Juego de Estrellas de 1982.
Y como Urías, hay otro compatriota que se sobrepuso a los fracasos en el deporte profesional. Se llama Brandon Moreno, quien pasó de ser cortado por la UFC, en mayo de 2018, a ser el primer campeón mundial del serial nacido en México, y lo hizo a costa del llamado “Dios de la Guerra”, Deiveson Figuereido, el hombre más temido en las 125 libras.
En septiembre pasado, Moreno confesó al diario Nuevo Herald que se deprimió por su salida de la UFC. “Mi primera etapa, al principio, fue buena con tres éxitos en fila, pero luego pierdo dos veces y la estrella de Brandon Moreno se empieza a apagar.
Obviamente, me sentí triste. Me deprimí. Comenzaron a pasar cosas malas en mi vida. Me apoyé en mi familia, en mantenerme en el gimnasio para salir adelante y poco a poco mi vida se reestructuró de nuevo. Ahora soy un peleador más frío’’, dijo en aquel entonces el oriundo de Tijuana, quien vaticinaba lo que estaba por venir.
“Todo va a cambiar. Sería el primer campeón ciento por ciento mexicano. Para México sería impresionante. Ayudaría al talento joven, lo motivaría. Soy un tipo muy normal que salió de un barrio de México y que ha luchado por sus sueños. Si llego (a ser campeón), un joven podrá decir que en las MMA hay futuro. Veo como empresas grandes apoyan el boxeo, futbol. Todavía no tenemos el ojo de las grandes empresas, del gobierno. Las MMA cambiarán en México cuando tengan un campeón ciento por ciento mexicano’’.
El primer paso ya lo dio. “Sí se pudo”, dijo al final de la batalla. Hoy, Moreno representa el éxito en un deporte que cada vez es más seguido y que, por fin, ya tiene a su monarca 100% mexicano.
Finalmente, y no menos importante es el trabajo que viene haciendo Patricio O’Ward en el automovilismo. El regio consiguió el domingo su segundo triunfo en la temporada (primer piloto que lo hace este año en IndyCar), por lo que ya es líder de la clasificación general (299 puntos por 298 del español Alex Palou) y su futuro comienza a apuntar a la máxima categoría.
Sí, O’Ward, de 21 años, quien está en su segunda temporada con el equipo Arrow McLaren, ha conseguido con sus triunfos que el CEO de McLaren Racing, Zak Brown, esté obligado a pagar su apuesta: una prueba para “Pato” en el monoplaza de Fórmula Uno.
Dicha prueba será el último fin de semana de la temporada, en la carrera de Abu Dhabi entre el 10 y 12 de diciembre. Esto representará su segunda prueba a bordo de un bólido de F1, pues la primera fue con la escuela de pilotos de Red Bull en 2019.
Así, ellos tres representan la nueva sangre de campeones del deporte profesional en México.
“Niño maravilla”, en aprietos
Asus 19 años, Randal Willars se había revelado como toda una promesa del deporte profesional para los JO de Tokio, pues consiguió un par de plazas olímpicas y ganó dos medallas de plata en la plataforma (individual y sincronizados) en la Copa del Mundo, realizada en mayo pasado en Tokio.
Sin embargo, en el control técnico realizado en el CNAR, el oriundo de Tijuana quedó cuarto en plataforma individual y ayer fue segundo en sincronizados, junto con Iván García, por lo que deberá esperar la resolución final para ver en qué pruebas tomará parte en Olímpicos.
Willars es campeón olímpico juvenil tras el oro conseguido en Buenos Aires 2018.