Oficialmente, los Jefes de Kansas City tienen el estadio y la afición que generan más ruido en la NFL.
El Arrowhead se convirtió en la sede más “escandalosa” de un equipo deportivo.
Los seguidores de este equipo batieron el récord mundial para un estadio de deportes al aire libre el domingo, cuando llegaron a 137.5 decibeles, durante el triunfo de los Jefes 24-7 sobre Oakland.
Un funcionario de los Récords Mundiales Guinness, confirmó que los fanáticos de Kansas City rompieron la marca anterior que era de 136.6 decibeles, la cual establecieron los aficionados de los Halcones Marinos de Seattle, durante un partido contra San Francisco este año.