La gran diferencia entre un aficionado regular y el fanático “barra brava”, es que los segundos dedican sus vidas a seguir incondicionalmente en las buenas y en las malas que atraviese el equipo de sus amores
Un fanático al futbol comienza su formación desde pequeño. La primera ida al estadio es una experiencia que jamás se olvida, ahí es donde el aficionado le jura amor eterno al equipo en las buenas y en las malas.
Cada club tiene porras, y la pasión que los aficionados demuestran al equipo es incondicional. Son capaces de dar todo por el conjunto de sus amores, ese equipo que logra hacer que los fanáticos pierdan la razón y hagan cosas inimaginables por sus colores.
Las “barras bravas” son un grupos de aficionados que suelen estar detrás de la portería o en las cabeceras del estadio.
Las primeras porras surgen en Inglaterra y en Latinoamérica, principalmente en Argentina, para después expandirse alrededor del continente.
En México se organizaban en grupos con un ambiente familiar, pero a partir de 1990 se comenzaron a formar grupos más apasionados que desplazaron a los tradicionales grupos de animación para dar lugar a las “hinchadas”.
Estos nuevos grupos adquirieron el nombre en 1900, en Río de la Plata, Argentina, por una persona que se encargaba de inflar las pelotas para un equipo en esa ciudad.
En cada entrenamiento siempre alentaba al club, y las personas al preguntar quién era el que gritaba, respondieron que se trataba del que hinchaba los balones.
En México son 18 equipos los que conforman la Primera División y algunos tienen las barras más importantes del país, ya sea por la historia, por la antigüedad o por la popularidad.
Estas se han distinguido por el apoyo que le dan al club y por los enfrentamientos con las otras porras.
En el caso de las barras de Chivas y Atlas, los equipos tapatíos que actualmente están en la Liga MX, aparecieron en 1998.
La Ultra Chiva fue el primer grupo de animación del Guadalajara, pero solo duró una temporada, posteriormente pasó a ser la Legión 1906, y finalmente se quedó con el nombre de 1908, lo que fue un parteaguas para que se formaran otras barras para el club.
En el caso del conjunto rojinegro, la Barra 51 surgió en Marzo de 1998 por cinco hombres, que al querer alentar a su equipo de forma distinta a los demás, se ponían a cantar y a gritar muestras de apoyo al club, lo que insitó a otros fanáticos a unírseles con el paso del tiempo.
Colores de sus amores
La porra es indispensable para que un club sienta el respaldo en las tribunas y aunque no demeritan el apoyo de los demás fanáticos, las barras son las que tienen mayor presencia en las gradas.
Marco Sánchez, aficionado de las Chivas, dijo conocer casi todas las canchas de la Primera División de México, a excepción de la de Tijuana, y que el viaje más largo lo hizo en 2010 cuando fue a Chile a la semifinal de la Copa Libertadores.
Sánchez, conocido como “El Pibe”, asiste a la porra desde los 11 años; en 2004 fue su primer torneo y nueve años después, en 2011, se convirtió en líder de “La Reja”.
Jaime Reyes Torres, alias “El Gemelo”, es otro de los aficionados con 14 años en el grupo de animación y al que le bastó su amor para tatuarse en el alma los colores del Rebaño.
Grupo Mitofsky reveló a los 10 equipos más populares del futbol mexicano. Entre estos menciona en primer sitio al América con 23.4% del total de seguidores; Chivas con 21.1 % y Cruz Azul con 12.1 por ciento. Después está Pumas con 11.2% de los votantes, mientras que al fondo de la lista están Monterrey, con un 2.5 %, Santos con 2.3 y Tigres con 2.1 por ciento.
El amor que se volvió negocio
En el mundo de las barras no todo es apoyo desinteresado, ya que se mueve mucho dinero, sobre todo del boletaje que a algunos se les proporciona en cada juego.
Solamente en un Clásico Nacional, los líderes pueden llegar a manejar más de 300 mil pesos.
Las manera en la que se organizan en Chivas son por secciones, en las cuales un líder se encarga del manejo de esa zona, y los encargados de cada sección se reúnen un día a la semana cuando hay torneo para tratar asuntos como el boletaje, los viajes, las dinámicas de animación para los juegos, los clásicos, entre otras situaciones.
Los líderes de más antigüedad buscan que los nuevos no se vayan solo por el negocio, sino que se comprometan con el equipo.
Las barras más importantes del futbol mexicano son:
• La Rebel de Pumas
• Libres y Lokos de los Tigres
• La Monumental y El Ritual del Kaoz del América
• La Perra Brava del Toluca
• La Irreverente y La Bando de Reja de Chivas
• La Sangre Azul del Cruz Azul
• La Adicción del Monterrey
• Barra 51 de los Rojinegros del Atlas
• La Masacre de los Xolos de Tijuana