Los costos de la invasión

Los rostros de felicidad de un aficionado que viaja a ver a Tigres son una cosa, pero lo que se esconde detrás de cada invasión entre abusos, violencia y animadversión contra este sector de hinchas son otra dramática situación a combatir.

Darle la espalda a un abuso como pagar 200 pesos de estacionamiento cuando usualmente se cobran 25 pesos, ó 3 mil una entrada de 400 pesos, es algo que las autoridades no deben permitir ahora que llegan los ultras felinos a otras ciudades.

10
mil aficionados es el promedio de asistencia en el Alfonso Lastras en el año
Por más amor que se le pueda tener a un equipo, los aficionados deben considerar muchos puntos a presentarse en su larga travesía

Los rostros de felicidad de un aficionado que viaja a ver a Tigres son una cosa, pero lo que se esconde detrás de cada invasión entre abusos, violencia y animadversión contra este sector de hinchas son otra dramática situación a combatir.

Darle la espalda a un abuso como pagar 200 pesos de estacionamiento cuando usualmente se cobran 25 pesos, ó 3 mil una entrada de 400 pesos, es algo que las autoridades no deben permitir ahora que llegan los ultras felinos a otras ciudades.

Vender boletos falsos fue un negocio grande para algunos estafadores que hicieron su “agosto” en marzo ante la fuerte demanda en el Estadio Alfonso Lastras, que para sorpresa de los agraviados, a su llegada al inmueble no pudieron pasar.

Otra modalidad fue ofertar en Internet lo que tampoco se tenía, como un gran número de aficionados denunciaron cuando pretendía comprar boletos, el estafador les pidió un depósito de 500 pesos por un supuesto billete para el juego, pero el día del juego jamás acudió a la cita para hacer el trato.

Estos dos factores antes expuestos fueron causantes de que más de 3 mil personas se quedaran rondando el lugar y con la amargura de no entrar al partido de futbol aun y cuando ya portaban con ilusión la playera de su equipo, con la única esperanza de verlo en algún sitio cercano y únicamente por televisión.

Punto negativo de este fervor pasional es el recelo que está brotando contra los fanáticos universitarios, pues una vez que se difundió la conquista potosina que se concretó hace tres días, en la red circularon burlas y memes que ridiculizaban de alguna forma los planes de los auriazules.

Camiones apedreados, personas lesionadas, tensión con las barras locales, han causado daños materiales y físicos en los visitantes que viajan con el afán de apoyar a su equipo fuera de casa.

Cierto es que los puntos negativos ocurren regularmente en la plaza sede del partido, hay otras estafas en la propia casa. Como cuando tres camiones que acababan de salir del Estadio Universitario rumbo a San Luis se quedaron descompuestos a solo tres kilómetros de distancia. 

Esto porque quienes ofrecen tours completos a los desesperados y al mismo tiempo animados barristas, dan un pésimo servicio que termina con el camión inservible y las ilusiones dependen de un motor en plena carretera.

Por más amor que se le pueda tener a un equipo, los aficionados que empiezan a hacer historia junto con Tigres deberían considerar muchos puntos a presentarse en su travesía, pues aunque piensen que el dinero les puede resolver algunos imprevistos, nunca tendrá comparación con una buena planeación y logística que brinde confianza para quien viaje a alentar fuera de casa a su equipo. 

Recomendaciones antes de invadir

-Comprar boletos en lugares autorizados y seguros. Como taquillas de los estadios, sistema telefónico o puntos de venta oficiales.

-Evita la reventa y sobre todo los ciberfraudes.

-Si viajas en autobús, asegúrate de que se trate de una línea de camiones comprometida con tu seguridad.

-Fomenta el fanatismo a través del apoyo, no de la violencia.

-Evita provocaciones que deriven en actos de pelea.

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