Leonel Cárdenas está “enamorado con locura” del squash, el deporte que le inculcó su padre desde pequeño. A los 20 años está ubicado en en puesto 54 del mundo y recientemente enfrentó al inglés James Willstrop – 20 del rankig y quien ha llegado a ocupar el número uno -. El duelo se llevó a cabo en una cancha de cristal con las pirámides de Egipto como fondo.
“Yo jugaba torneos nivel amateur y tuve la oportunidad de jugar un torneo profesional en un evento de los más grandes que se hacía en México, que era el Abierto Mexicano de Raquetas, gané un torneo juvenil a los 13 años y el premio de ese torneo era participar en el torneo mayor, en el profesional”, rememora el squashista sobre sus inicios.
Tuve la fortuna de ganar el torneo y tuve la experiencia de convivir con jugadores profesionales y gozar los privilegios que ellos tenían y me enamoré. Desde ese momento supe que quería ser jugador profesional de squash. Con locura. Desde los 13 años ya no quería hacer nada más que jugar y entrenar. Es mi sueño y lo estoy viviendo en estos momentos
Su paso para llegar al ranking mundial está fuertemente ligado con un sacrificio de su familia para acompañarlo y destinar recursos económicos en este sueño. Su padre construyó dos canchas de squash en su azotea y busco por todos lados la manera de sortear los gastos para que acudiera a torneos como el US Junior Open. Él, por otra parte, le ha puesto disciplina a su trabajo deportivo.
“Ya en mi etapa como joven no me cuesta tanto porque a mí lo que me divierte, lo que me llena, es estar en la cancha, es entrenar, ir al gym, correr. Obviamente sí salgo con mis amigos, pero lo que a mí me hace sentirme feliz y divertirme es entrenar. No me gusta tanto salir a fiestas, me gusta más estar dentro de una cancha”, dice el deportista.
Ahora una cancha con medidas profesionales, construida en su casa, la utiliza para entrenar y la otra la habilitó como un gimnasio para hacer rutinas como parte de su acondicionamiento.
Leonel Cárdenas tiene un acuerdo con sus padres en el que no puede dejar de lado los estudios, por ello estudia administración de empresas y busca enfocar su carrera a que, una vez que deje de ser jugador, siga dentro del mundo del squash.
“Mi papá era muy estricto, yo no participé en muchas fiestas de mis primos, de mis familiares, vacaciones en familia no tuve. Tuve que sacrificarlas para entrenar o las vacaciones eran acompañarme a algún torneo, que las llamamos vacaciones, pero es más como un trabajo”, recuerda.
Esfuerzo y resultados en el squash
Los resultados de Leonel en la cancha de squash han sido siempre el motivo para realizar el esfuerzo familiar.
“Yo tuve que ver cómo hacerle para llevarlo a esos torneos a Estados Unidos, después él ganó en Estados Unidos tres campeonatos, ya después él me pidió ir a Inglaterra al mejor torneo mundial juvenil y tuve que ver qué hacer para poderlo llevar a Inglaterra”, resalta Víctor Hugo Cárdenas, padre de Leonel.
El padre del deportista afirma que desde pequeño le vio aptitudes para dedicarse a la raqueta.
“De repente vi que desde muy chiquito le pegaba muy fuerte a la pelota y empecé a ver que tenía ciertas aptitudes para el deporte y lo empezamos a meter en los torneos infantiles cuando tenía menos de 8 años y la categoría era sub-11. Y los empezó a dominar”, expresa.
Víctor Hugo Cárdenas considera que su hijo comenzará pronto a dar sorpresas y estará en segundas rondas dentro de “la crema y nata” del squash mundial.
Si bien el squash en México no tiene la popularidad como en Egipto y países de Asia, los Cárdenas han logrado tener apoyos para los boletos de avión gracias al bufete de abogados Grupo Hersa, a la espera que con los resultados de Leonel en los próximos torneos se puedan acercar más patrocinadores.
Este año, Leonel Cárdenas fue reconocido como el mejor jugador por parte de la Asociación Profesional de Squash (PSA, por sus siglas en inglés), la organización que realiza el ranking mundial de jugadores de este deporte.