Lenia Ruvalcaba, la rival a vencer
Lenia Ruvalcaba se ha consagrado como la mejor judoca del mundo y aunque deberá esperar un año para refrendar su oro Paralímpico, la mexicana no detiene su preparación, al ser el objetivo de sus rivales
Manuel CuéllarPese a que los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 fueron pospuestos para 2021, la campeona de Judo en Río 2016, Lenia Ruvalcaba, no descansa en esta cuarentena por la pandemia del Covid-19, y con dos sesiones de entrenamiento al día se mantiene en forma para refrendar el oro el próximo año.
Aunque la prórroga que se tomó para que este evento se lleve a cabo le cayó como “balde de agua fría”, Lenia comprende que este tiempo fuera no es momento para lamentarse, sino para aprovechar y seguir entrenando, ya que sólo así demostrará por qué es la rival a vencer en los próximos Juegos Paralímpicos.
“Yo me sigo preparando porque uno no sabe lo que puede pasar más adelante, pero yo espero seguir siendo la rival a vencer en 2021. Hay un aplazamiento de un año, eso modifica todo tu campamento, pero no puedes relajarte pese a que no hay una responsabilidad deportiva pronto, uno tiene que hacer lo que le corresponde como atleta que es entrenar, no bajar el ritmo, eso hace la diferencia”, explica Lenia, vía telefónica, para Reporte Índigo.
Con dos medallas Paralímpicas en su historial, una de plata y otra de oro, Lenia es considerada la mejor judoca a nivel mundial, y aunque el éxito le ha sonreído en los últimos años, sobresalir en este deporte no fue siempre su objetivo y tampoco se veía como representante del país en esta disciplina.
“Cuando yo entro de lleno al deporte paralímpico la verdad es que nunca me visualicé ser la rival a vencer, con decir que jamás me imaginé que yo estaría en unos Juegos Paralímpicos, cuando yo participo en mis primeros juegos entré en razón hasta que estaba en Beijing (2008), porque antes de eso era así como: ‘Ok, está bien, está padre’ digamos que no le tomé la importancia necesaria.
“Durante mi carrera me ha tocado ver que muchos atletas se presionan por ser los favoritos, pero a mí, en lo personal, no fue así, esa no era mi presión, mi presión era sólo dar un buen resultado, subir al pódium, no me interesaba si los demás me veían como la rival a vencer o como alguien referente, el éxito llega solo, es lo que he aprendido en esta carrera”, añade Ruvalcaba.
Aunque ahora su esfuerzo la ha colocado como la mejor del mundo, la originaria de Guadalajara, Jalisco, acepta que para llegar a ese punto también tuvo que tocar fondo, pues hubo un punto donde tuvo que reiniciar todo debido a que el exceso de confianza le ganó cuando fue a Londres 2012.
“La diferencia entre Beijing 2008, donde gané la medalla de plata, y 2012, donde no gano ni una medalla, fue que en Londres iba muy confiada y no gané nada, pero si no me hubiera pasado eso, quizá no hubiera tenido el resultado que se consiguió en Río donde gané el oro, porque para llegar eso tuve un proceso muy diferente al de los demás ciclos.
“Después del resultado en Londres yo me alejé de las competencias todo un año, te hablo de que en 2013 no participé en ningún torneo porque estaba reflexionando lo que seguía para mí y para 2014 regreso, pero no de la mejor manera, en 2015 llegaba con nervios porque en Toronto era mi última prueba antes de ir a Río y tenía que ganar, pues con todo y nervios lo logré y fue cuando pude tomar un segundo aire”, comenta.
El momento de Lenia Ruvalcaba
La medalla de oro en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015 la motivaron para conseguir la presea dorada en Río 2016, y aunque supo desde un inicio que no era la favorita tuvo claro que “este es mi momento, trabajé mucho para llegar aquí y no dejaré que nadie me quite esto”.
“Cuando yo llego a Río la verdad es que no me sentía como una de las favoritas, era todo lo contrario, la favorita sin dudas era la brasileña, pero en cuanto pisé el tatami de Río simplemente sentía que era mi momento, y vaya que lo fue porque logré la medalla de oro”, dice.
Objetivo claro
Lenia Ruvalcaba tendrá que esperar un año para refrendar su medalla de oro y, aunque todavía falta mucho para llegar a Tokio 2020 (el nombre de los Juegos se mantendrá como originalmente se planteó), su objetivo sigue siendo el primer lugar del podio, pues a este ciclo olímpico llegará con 35 años, por lo cual podría ser su última participación en un evento de esta magnitud.
“Mi propósito no cambia, voy por la medalla de oro para los Juegos de 2021, y sé que para lograr eso tengo que mejorar mi técnica, fortalecerla, y para eso hay tiempo, mucho tiempo que me ayudará a llegar en las mejores condiciones para conquistar esa medalla de oro”, sentencia.